Bien temprano: 7.30 de la mañana. El Instituto Bernasconi, en Parque Patricios, fue el escenario de una nueva reunión de gabinete, esta vez ampliado a directores generales.

La excusa fue la presentación de los nuevos directores operativos que fueron recientemente designados en distintas áreas de la administración y que llegaron a esos cargos por concurso público.

Allí Mauricio Macri recordó que “hace 40 años que esto no sucedía en la Ciudad” y subrayó que en el curso del corriente año serán concursados otros 500 cargos en el marco de una política que apunta a “jerarquizar la carrera del empleo público y a reorganizar los recursos humanos privilegiando el mérito, el esfuerzo y la cultura del trabajo.

Desde las 8 ya se podía oler el café caliente y algunas medialunas que fueron devoradas rápidamente. Varios fuentes que asistieron al convite hablaron de una reunión “light” donde la política estuvo prácticamente ausente.

A la hora de los discursos, el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta trazó los ejes de gestión en estos tres meses y en lo que queda del año: nombró a la Policía Metropolitana, que incorporará 1400 uniformados para fin de 2010, y el aumento de agentes de tránsito, también las obras en escuelas y la apertura de Centros de Salud. También dijo que avanzarán los trabajos del arroyo Maldonado y reiteró que el Teatro Colón abrirá sus puertas el 24 de mayo, un día antes del Bicentenario.

El secretario general, Marcos Peña, pidió vincularse más con los vecinos y mejorar el diálogo para “solucionar problemas”.

Allí lo escuchaban los ministros, subsecretarios y un buen grupo de directores generales. De los legisladores había pocos, entre ellos el presidente del bloque, Cristian Ritondo, y el michettista Fernando de Andreis, quien fuera la cabeza de la lista parlamentaria porteña en 2009.

A su turno llegó el discurso de Macri. Decidió no hablar de política ni del “colorado”, sino arengar a sus funcionarios. "Les pido que estén cerca de la gente, haciendo y generando soluciones”, expresó.

“Tenemos que seguir gestionando cerca de la gente, con inteligencia y con sensibilidad para resolver los problemas de los ciudadanos”. Además agregó que el gran desafío de “nuestro Gobierno es revertir la desidia de tantos años de abandono y ausencia de gestión”.

“No es lo mismo gastar que invertir. Cuando aumenta la capacidad de inversión, aumenta la capacidad de solucionar los problemas de la gente y esa es la idea que tiene que movilizar nuestro trabajo todos los días”, afirmó. Sobre el final del discurso pidió no abandonar la gestión por las candidaturas de 2011.

Como telón de cierre, el PRO llevó al ex jugador de la selección argentina Sergio “el Checho” Batista.

El jugador de fútbol fue invitado al escenario y comenzó a relatar cómo fue la construcción interna del mítico grupo que terminó ganando la Copa del Mundo en 1986 de la mano de Diego Maradona.

La idea era que hable del espíritu de liderazgo y del trabajo grupal como eje para el éxito en cualquier emprendimiento. Hubo risas y, según las fuentes que asistieron al convite, fue una actividad más de las “motivadoras”, tal como ocurriese el año pasado con el músico Ángel Malher o Ari Paluch, el periodista y escritor amigo de Macri.

Ya habían pasado dos horas de reunión y el clima era de agotamiento. Es que pocos funcionarios comienzan a trabajar antes de las 10.