Fue un último pedido antes de alejarse del ministerio de Espacio Público. Según pudo averiguar LPO, luego de pedirle la renuncia a Juan Pablo Piccardo le pidieron elegantemente que firme un decreto.

“Fírmame esto antes de irte”, le dijo un influyente hombre vinculado a los hermanos Terranova, dueño de Publicidad Sarmiento y adjudicatarios en la polémica licitación de mobiliario urbano.

En el documento se habilitaba a que la empresa que manejan sea legitimada para poder seguir explotando los “chupetes”. Sin embargo, luego de consultar a sus asesores, Piccardo se negó.

Es que los dueños de Publicidad Sarmiento está procesados, y van camino al juicio oral, por haber presentado documentación falsa en la millonaria licitación. Luego de varios idas y vueltas en la Justicia, la Cámara había dejado firme el procesamiento y falta aún el elevamiento a juicio oral.

La causa había sido iniciada por Spinazzola, la histórica empresa que manejó los refugios de colectivos y que quedó afuera de la licitación. Lo curioso es que el sistema de puntaje utilizado por la comisión evaluadora le dio la calificación más alta a Publicidad Sarmiento y el resto de las empresas fueron calificadas de acuerdo a ella.

Por ello Spinazzola le solicitó a la Justicia que suspenda toda la licitación y se convoque nuevamente a concursar por el mobiliario urbano.

La renuncia

En este marco, hace apenas un par de días desde Bolívar I le explicaron a Piccardo por qué debía alejarse.

En principio le dijeron que había tenido demasiados conflictos en el área. Es que tuvo el récord de renuncias (tres subsecretarios) y directores generales.

“Ustedes me trajeron para que gestione y no para que me lleva bien con la gente, y yo hice eso”, contestó tajante el ahora ex ministro. “No, no cumpliste con los objetivos”, le replicaron desde la cuna del poder porteño.

Torneo de fútbol con mujeres

A todo esto, a modo de despedida, se armó un torneo de fútbol 5 en la cartera. Así se contrató un entrenador y se compraron camisetas para los equipos que jugarían. A la iniciativa se le agregó un divertido condimento: se incluyó a las mujeres del ministerio en el torneo.

Claro que para aquellas que no querían participar del fútbol había otra actividad: ser porristas y alentar a sus equipos.