Si bien en los papeles podría llegar a tratarse el tema de la instalación de un nuevo centro comercial en Caballito, todo indica que el lunes que viene, entre los legisladores porteños no habrá consenso como para tratar el caso, que tendría chances recién el año que viene con un cuerpo legislativo renovado.

“Ayer no se votó por varias razones. En principio, el macrismo no tenía los votos, y además, se dio un contexto muy complicado, ya que además de los legisladores, grupos vecinales y organizaciones sociales se oponen a la instalación del shopping”, reconoció a LPO el Presidente del bloque Igualdad Social, Martín Hourest.

El hecho de que el oficialismo necesite 40 votos para avanzar con la instalación del centro comercial –en Avellaneda y Andrade, ocupando 70 mil metros cuadrados en pleno distrito residencial-, complica las posibilidades de que se le dé curso al proyecto de ley.

De todas formas, Álvaro Gonzalez, presidente de la Comisión de Presupuesto, le explicó a LPO que “formalmente, el tema está incluido en el temario del lunes, ya que al haberse pasado a un cuarto internedio, la sesión de ayer no terminó. Lo que pasó es que no hubo consenso, lo que no implica que no lo haya el lunes”.

En caso de que los legisladores den luz verde al proyecto, se construiría un shopping que triplicaría el tamaño del Abasto: 230 metros de frente, 38 metros de altura (12 pisos de altura) y 70 metros de profundidad. Ayer mismo, los vecinos de Caballito festejaron el “freno” a la iniciativa de IRSA.

“El macrismo no tiene los votos”, disparó Eduardo Epszteyn, presidente del Diálogo por Buenos Aires, en comunicación con LPO. Epszteyn confía en que el freno de ayer será definitivo, al menos hasta el año que viene.

Por otra parte, Patricio Di Stéfano, del PRO, sostuvo que “el presidente del bloque pidió que se tratara el lunes, por lo que se entiende que se buscará consenso aplicándole al proyecto las modificaciones necesarias”.

“Lo que propone IRSA es un proyecto demasiado complicado. Además, vienen de comprar el terreno de Catalinas: esta no es una ciudad armada a medida para un grupo empresario”, recalca Hourest, y cita el ejemplo del shopping Dot: “no repetiremos ese modelo que destruyó a una parte de la ciudad”.

El presidente de Igualdad Social coincide con Epszteyn y destaca que “buscar consenso en la iniciativa, es casi imposible. Si sucede, vamos camino al escándalo”. Más allá de lo que pase el lunes, Hourest tampoco le ve fe al proyecto de ley para el año que viene: “No creo que la nueva legislatura esté dispuesta a aceptarlo”.