La resonante renuncia del ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Emilio Monzó, por un pedido de Néstor Kirchner hacia Daniel Scioli, amenaza ahora con traerle más problemas al gobernador.
Es que además de tener que soportar los unánimes repudios de la oposición, jamás vista defendiendo de tal manera a un funcionario del Ejecutivo provincial, el oficialismo podría perder la mayoría ajustada de la que goza en la Cámara de Diputados hasta diciembre.
En esa Cámara, el oficialismo tiene 47 diputados de un total de 92, es decir, la mitad más uno. Esto le permite sesionar cuando lo considera necesario y aprobar, no sin ciertos problemas, leyes afines.
Pero Monzó era diputado provincial antes de pedir licencia para convertirse en ministro de Asuntos Agrarios. Por lo que su renuncia lo llevará de vuelta a ocupar la banca que había dejado. Y como ya aclaró que fue expulsado no sólo del gobierno sino también del kirchnerismo, se estipula que no responderá automáticamente al oficialismo.
Como quien había reemplazado al ministro saliente en la banca había sido Carlos Alonso, un diputado que respondía directamente al mandato del sciolismo, ahora la Cámara podría quedar con sólo 46 diputados fieles al oficialismo, es decir que no tendría mayoría simple sin negociar con la oposición.
Si bien fuentes que frecuentan la Legislatura dijeron a La Política Online que “en lo que sea campo Monzó va a votar en contra del kirchnerismo y en lo que sea gestión va a acompañar a Scioli”, es difícil estar simultáneamente en contra del kirchnerismo y a favor de un Scioli cada vez más alineado con Kirchner.
Es por eso que en la Cámara baja ya especulan con que la posición de Monzó será “neutral”, lo que significa de todos modos una pérdida para el oficialismo, ya que ahora deberá cortar clavos en el tratamiento de cada ley de aquí al 10 de diciembre.