No hay que ser severamente suspicaz para entender por qué Cristina Kirchner decidió enviar justo ahora el proyecto para la nueva Ley de Radiodifusión al Congreso. El próximo 10 de diciembre asumirán los diputados y senadores electos el pasado 28 de junio, donde el kirchnerismo fue derrotado, y el oficialismo perderá la mayoría que hoy ostenta en ambas cámaras.

Si el proyecto se votara hoy, el bloque que conduce Agustín Rossi contará con el apoyo suficiente para obtener media sanción en Diputados y lo mismo pasaría en el Senado. De hecho, el jefe del bloque Solidaridad e Igualdad (SI), Eduardo Macaluse, aseguró hoy que "nuestro bloque había considerado el anteproyecto de ley y en términos generales estamos de acuerdo, en lo que hay que avanzar es en los controles para evitar discrecionalidad del Ejecutivo".

Por eso es que la oposición, aunque con discursos dispares, salió a cruzar duramente el plan y a pedir que se trate en el “nuevo Congreso”, al cual interpretan como el verdadero representante de la voluntad popular basados en los resultados de la última elección nacional.

El frente Unión PRO salió hoy mismo, en conferencia de prensa, a rechazar el proyecto y pidió que sea tratado en el Congreso luego del 10 de diciembre, cuando asuman los diputados y senadores electos el 28 de junio.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y sus aliados Francisco de Narváez y Felipe Solá, se pronunciaron así al encabezar una conferencia de prensa en el Congreso. Los tres referentes del polo opositor coincidieron en que "este debate debería comenzar después del 10 de diciembre, con el Congreso que eligió la gente".

Por su parte, De Narváez consideró que "el kirchnerismo pretende controlar los medios de comunicación y controlar la opinión pública. No es distinto de lo que ha hecho Hugo Chávez en Venezuela para perpetuarse en el poder".

En sintonía siguió el socialismo. El diputado Roy Cortina sostuvo que “el debate de una nueva Ley de Radiodifusión no puede darse a las apuradas ni quedar sujeto a mayorías legislativas caprichosas”. Y agregó: “Resulta impensable que un proceso de debate abierto y participativo, como el que exige una norma de esta trascendencia, se agote en menos de un año y que es poco serio pretender su aprobación antes del 10 de diciembre, como dejó entrever la Presidenta en su discurso”.

La Coalición Cívica, si bien rechazó el proyecto oficial sobre radiodifusión, señaló que "desde hace tiempo estamos preparados" y "podemos empezar a discutir" la iniciativa oficial y otras tantas que ya fueron presentadas.
En rueda de prensa, la senadora María Eugenia Estenssoro consideró que "los principios básicos" de la nueva ley deben ser "cláusulas antimonópolicas y cuotas de mercado, geográficas", así como "evitar los monopolios tanto estatales como comerciales". No obstante, Estenssoro puntualizó que "en el proyecto oficial hay un gran riesgo" porque "el gobierno puede armar un consocio casi monopólico" a través de la publicidad oficial.

Pero sin dudas la posición mas tajante la planteó la UCR, al afirmar que “no hay condiciones democráticas de debate” en torno a esa norma.

"El Comité Nacional de la UCR, entonces y ante la presentación de un proyecto de gran envergadura y trascendencia para la Nación, observa que no están dadas las condiciones y las garantías políticas necesarias para un serio tratamiento en el Congreso, con amplio y participativo debate en conjunto de las iniciativas con estado parlamentario", aseveró el pronunciamiento opositor.

Según dijo, "la estrategia de hacer valer una mayoría circunstancial pone en jaque a la democracia, doblegando libertades al mejor estilo chavista, con medios de rodillas replicantes del discurso oficial".

Advirtió que "evitar –como se pretende- la discusión en la Comisión de Libertad de Expresión, presidida por la oposición, dejará al descubierto el temor a la confrontación de ideas de un oficialismo que tiene como único objetivo promulgar una ley contra un ocasional enemigo".