Con un discurso cargado de críticas, pero sin demasiados detalles del proyecto de ley de Radiodifusión del oficialismo, Cristina Kirchner anunció por cadena nacional que lo enviará al Congreso.

El Gobierno pretende tratar la norma antes del recambio de las Cámaras.

Desde la Casa Rosada, la Presidenta dijo que "la libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extorsión. La libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de la prensa" y enfatizó que "va a poner a prueba a la democracia argentina", y confió en que "saldrá victoriosa".

Cristina, en un acto desarrollado en la Casa Rosada, advirtió que "durante 26 años nadie envió un proyecto" de Ley de Medios al Congreso porque "había un suprapoder en la República Argentina". "Hay otros poderes sutiles y no tanto que tienen la suficiente fuerza para imponer y arrancar decisiones en cualquiera de los tres poderes a partir de la presión", denunció, al vincular a medios de prensa con esas situaciones.

Además, se quejó de que durante los gobiernos anteriores había "superpoderes" para "bajar sueldos", pero que ahora se critica ese tipo de mecanismos porque se usan "a favor del pueblo".

Las dudas del proyecto

Pese a lo que se esperaba, en el acto de la Casa Rosada, el Gobierno no dio detalles del proyecto que enviará al Congreso.

Simplemente explicó que el proyecto enviado al Congreso implica el "establecimiento de tres segmentos de la información y de los medios audiovisuales".

"El campo de los medios audiovisuales, que hoy mayoritariamente es de carácter comercial y solamente hay un pequeño espacio para el sector cooperativo, de las ONG, va a cambiar de forma estructural", advirtió.

Precisó que "un tercio será para el espacio comercial, un tercio para el espacio público y un tercio para las organizaciones no gubernamentales; universidades, iglesias, sindicatos, asociaciones de profesionales podrán acceder también a frecuencias para poder hacer conocer su voz".

A partir de marzo, cuando Cristina Kirchner anunció que analizaban el proyecto de reforma, el oficialismo organizó pequeños debates en distintas localidades del país y fue definiendo el proyecto que aún hoy no se conoce concretamente.

Según lo que trascendió hasta el momento, posee dos ejes claves que pondría en jaque el poder del Grupo Clarín. Por un lado, planea la apertura del Triple Play y aumentaría las limitaciones para acceder y mantener licencias de canales y frecuencias de radios.

La apertura del Triple Play, mecanismo que permite transmitir telefonía fija, internet y televisión por una misma vía tecnológica, pega de lleno contra las empresas de TV por Cable, entre las que se destaca el Grupo Clarín, propietario de CableVisión y Multicanal.

El otro eje que preocupa al multimedia es que el proyecto del Gobierno establece un máximo de 10 licencias de radiodifusión en todo el país.

Según el sitio Parlamentario, a nivel local sólo se podrá tener una radio AM, dos FM, un canal de TV abierta y una licencia de radiodifusión por suscripción. Y además limita a tres el máximo de señales que puede tener un mismo accionista en una localidad, incluyendo la prestación de un servicio de televisión por suscripción (es decir una compañía de cable).

En lo que hace al cable no se podrá tener más de 24 licencias a nivel nacional ni concentrar más del 35% del mercado en una localidad. Y establece, además, claramente: “Los prestadores de servicios de televisión por suscripción no podrán ser titulares de señales, con excepción de la señal de generación propia”.

Hoy el Grupo Clarín tiene en Capital Federal dos radios, un canal y una compañía que monopoliza el servicio de televisión paga (Multicanal-Cablevisión). Esta prestación se ha convertido en los últimos años en un área central del negocio del Grupo, por el monto de facturación, la cantidad de empleados y la alta rentabilidad.