Dos cambios en el gabinete supusieron nuevos nombres para la política. Por un lado el gobierno designó a Mariano Recalde como nuevo administrador de Aerolíneas Argentinas en reemplazo de Julio Alak, quien desembarcará en Justicia y Seguridad.

Por el otro, a Diego Bossio como nuevo titular del Anses, por Amado Boudou, ahora ministro de Economía.

Bossio, joven promesa K

Diego Bossio, es un joven economista de 29 años que desembarcó en la filas del kirchnerismo de la mano del gobernador de Mendoza, Celso Jaque, y actualmente desempeñaba funciones como director en el Banco Hipotecario en representación del Estado.

Bossio asumió su cargo en el Hipotecario el 5 de enero y fue uno de los arquitectos del plan de créditos hipotecarios que lanzó el Gobierno nacional días antes de las elecciones legislativas.

Previo a su llegada al Banco Hipotecario, Bossio tuvo una activa participación en la Secretaría de la Gestión Pública en la provincia de Mendoza.

Bossio es oriundo de la ciudad bonaerense de Tandil y se desempeñó como miembro de la Fundación Contemporánea.

Los vínculos con el Gobierno nacional también se extienden a su mujer, Valeria Loira, quien es la número dos de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN).
Loria además fue secretaria de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Cámara de Senadores, cuando la actual primera mandataria presidía la Comisión de Asuntos Institucionales.

Recalde, el hijo

Por su lado, la designación de Mariano Recalde responde a una devolución de favores a su padre, quien avaló una elección interna del gremio aeronáutico sospechada de fraude en la que había perdido Alicia Castro y horas después apareció, insólitamente, ganando.

Recalde hijo fue candidato a legislador porteño por la lista kirchnerista pero no entró.

Es abogado y en la Facultad de Derecho de la UBA dirige una agrupación supuestamente independiente llamada NBI, de donde salieron, y salen, militantes kirchneristas que pululan por el gobierno nacional y el Congreso.


Recalde, de 37 años, está especializado en Derecho Laboral y hasta hoy se desempeñaba como asesor de varios sindicatos que responden al titular de la CGT.

Su figura cobró relevancia pública cuando registró con una cámara oculta en la oficina de su padre, un intento de coimas de 20.000 dólares para desactivar un proyecto de ley sobre tickets canasta.

El escándalo que se suscitó en el año 2007, finalizó con el sistema de vales alimentarios y restaurante, y los trabajadores que percibían el beneficio pasaron a cobrar la suma remunerativa incorporada al salario.