Después de la derrota electoral del kirchnerismo no sólo se están reacomodando las fuerzas políticas, sino también las económicas. Pasado el 28 de junio se sumaron a la pelea por Telecom nuevos interesados –hasta entonces los únicos oferentes en la licitación que administra el CS First Boston eran Eduardo Eurnekian de Corporación América y Ernesto Gutiérrez de Aeropuertos Argentina 2000-.

Según el diario La Nación luego de los comicios negativos de la derrota de Kirchner, se presentaron al concurso, como adelantó La Política Online, un fondo del transportista Alfredo Román, empresario cercano a Eduardo Duhalde, que administran Ronaldo Strazzolini (ex Citi), los directivos del grupo Clarín y Tomás Deane (ex Francés-BBVA). Las ofertas rondaron, parejas, los US$ 600 millones.

La operación es otra después de los comicios. El matutino explicó que los italianos comenzaron a dudar de que Eurnekian y Gutiérrez consigan el financiamiento que gestionaron en un banco europeo (antes habían recurrido, sin éxito, a Cristóbal López). Además, la oposición promete un escándalo si el Gobierno fuerza la venta de una compañía que factura US$ 3000 millones al año y que controlará el mercado de la TV, la telefonía e Internet. Sobre todo, si los beneficiados son amigos de Kirchner.

También están los que quieren quedar bien con Clarín. La aparición de un competidor que controla el 50% de la telefonía fija es para ese holding un riesgo desmesurado. Por eso, la derrota de Kirchner hizo subir la acción de Clarín : si Héctor Magnetto se queda con Telecom, extenderá de manera temible la plataforma de TV e Internet que ya controla.

A De Narváez, dueño también de medios, le han recomendado poner el grito en el cielo si el negocio queda en manos de Eurnekian-Gutiérrez. Al parecer, aceptó el consejo.

Ante este nuevo cuadro, la retirada de Telecom Italia de la Argentina, irreversible hace 10 días, comenzó a ser dudosa. Más allá de esta peripecia, la CNDC, que controlan Guillermo Moreno y Ricardo Napolitani, estará en la mira del nuevo Congreso. No sólo por Telecom. Hay diputados que sospechan del comportamiento de esa comisión en el caso de Ciesa, la compañía que controla la transportadora de gas TGS, en la que Petrobras posee un 50%. El holandés Brent de Jong encontró todo tipo de trabas cuando quiso canjear por acciones de TGS los títulos de deuda que adquirió su Ashmore Energy Internacional. Hasta que alguien le recomendó ingresar a Emgasud, la empresa de Alejandro Ivanissevich. Este otro experto en mercados regulados ahora pugna por quitar a Petrobras el control de TGS. Emgasud está bajo la lupa de la Justicia por presuntas irregularidades que la misma empresa publicó en enero, en el prospecto para una colocación de obligaciones negociables. La Anses suscribió el 30% de esas ON.

Ivanissevich estaría detrás de TGN, la otra transportadora que controla Techint. El interventor del Enargas, Ricardo Pronsato, está obsesionado con esas empresas. Necesita que le convaliden los precios de las ampliaciones de gasoductos de 2006-2008. Antes de dejar la fiscalía, Carlos Stornelli denunció ante el juez Ariel Lijo que lo que se había presupuestado en US$ 1427 millones, se adjudicaría por US$ 2347 millones. Como el caso Skanska, esto quedará bajo la lupa parlamentaria. La moda de las comisiones investigadoras vuelve, como siempre que hay una oposición con ínfulas y un Ejecutivo desprestigiado.

Críticas de Telecom Italia al Gobierno


La compañía telefónica afirmó hoy que la venta de sus acciones es una “opción”, pero no su “objetivo” y criticó fuertemente a la gestión kirchnerista por dirigirlos hacia ese camino. “Las autoridades argentinas de Control de las Telecomunicaciones y Defensa de la Competencia han tomado decisiones arbitrarias que perjudican la disposición y el ejercicio de los derechos de Telecom Italia", evaluó la empresa en una carta que envió a la filial argentina el viernes pasado.

En la nota, firmada por el titular de Telecom Italia, Vincenzo Covelli y dirigida al presidente de Telecom Argentina, Enrique Garrido, la empresa italiana expresaba que estaba evaluando "soluciones alternativas, entre ellas la posible cesión de dicha participación".

Según se aclaró, este párrafo es el que señala la venta como algo "posible y no definitivo".

La semana pasada se informó que la empresa italiana le había dado un mandato de búsqueda de comprador al banco Credit Suisse, pero la nota también señala que el mismo se otorgó "sin perjuicio de su intención de mantener y valorizar la participación en Sofora, para seguir contribuyendo al crecimiento de Telecom Argentina S.A.".
Sofora es la empresa que maneja Telecom Argentina, en la cual los italianos comparten la propiedad con el grupo argentino Werthein.

En la nota también se mencionaba como algo no definitivo que Telecom Italia y el Credit Suisse están analizando "posibles alternativas estratégicas en el mercado de las telecomunicaciones argentino, incluida la existencia de potenciales inversores interesados en la compra de la participación del Grupo Telecom Italia en Sofora". La carta señaló además de modo crítico que "en los últimos meses las autoridades argentinas de Control de las Telecomunicaciones y Defensa de la Competencia han tomado decisiones arbitrarias que perjudican la disposición y el ejercicio de los derechos de Telecom Italia" y que ése es el motivo de su evaluación de "soluciones alternativas".

La otra opción que maneja Telecom Italia es la de agotar todos los caminos legales posible para demostrar que no existen vínculos legales con la española Telefónica en la Argentina, lo que le daría de ser así una posición dominante en el mercado, recurso que podría dirimirse en la Corte Suprema.

Telecom Italia le hará llegar a la Bolsa de Comercio argentina una copia de la carta que le enviara el viernes pasado a las autoridades de Telecom Argentina sobre los pasos que podría dar con respecto a su participación en la telefónica local.

Al respecto, fuentes cercanas a la empresa italiana aclararon que "la venta es una opción y no el objetivo de la empresa".