En los próximos 30 días la Asociación de Magistrados, que representa a los jueces, presentará en el Congreso un proyecto de ley para reformar el Consejo de la Magistratura, el organismo que interviene en la selección de jueces, promueve su remoción y administra el Poder Judicial, informa hoy La Nación.
Se trata de una presión que se suma a la que anunciaron los diputados electos del Pro, el Acuerdo Cívico y el peronismo disidente, que tienen como prioridad absoluta licuar el poder del kirchnerismo en el Consejo, que se materializa a través de los diputados y consejeros Diana Conti y Carlos Kunkel, que fueron reelegidos como diputados y tienen mandato hasta fines del 2010.
Difícilmente estos diputados puedan seguir influyendo sobre los magistrados, como hicieron hasta ahora, luego de la tremenda derrota que sufrió el kirchenrismo. Incluso, con la actual conformación en el Consejo ya han comenzado a cuidar su futuro y no se obedecen a rajatabla los pedidos del oficialismo.
El jueves, en la última reunión, el oficialismo perdió dos votaciones. Contra su voluntad, se cerró una causa contra María Romilda Servini de Cubría –muy enfrentada con Kirchner, ver nota adjunta-, y otra contra Claudia Rodríguez Vidal, la jueza que había ordenado que el Indec explicara cómo hacía sus relevamientos. Se trató de una reunión inusual porque sólo estaban presentes dos de los cinco kirchneristas, pero se vivió como un adelanto de lo que puede venir.
El Consejo es un organismo que permite canalizar la influencia política sobre los magistrados: toda designación, ascenso y juicio político debe pasar por allí. Por eso, es objeto de codicia política y la ley que lo instaló, en 1998, fue modificada en 2006, por decisión directa de la entonces senador Cristina Kirchner. Por aquella reforma, el oficialismo ganó poder de veto: ningún juez puede ser elegido ni acusado sin el voto de al menos uno de los consejeros kirchneristas. Se trasformó así en una formidable herramienta para direccionar políticamente la actividad de los magistrados.
Tan brutal fue esta actuación del kirchnerismo –que violó hasta las flemáticas formas de los magistrados-, que ahora no sólo la oposición plantea la necesidad de revertir esa reforma, sino algunos miembros del Consejo y hasta jueces de la Corte Suprema.
Es en ese sentido que se enmarca la reforma que propone la Asociación de Magistrados. El camarista Luis Cabral, que integra el Consejo y es el encargado de redactar la iniciativa de la Asociación de Magistrados, afirmó a La Nación: "Hay que recuperar el equilibrio. Antes, eran 20 miembros; ahora son 13, pero con fuerte presencia oficialista. Planteamos que tenga 16, pero con cuatro jueces, tres abogados y dos académicos, es decir, con menos participación política y que sea conducido por el presidente de la Corte".