El gobernador bonaerense y hoy titular del PJ, Daniel Scioli, se quejó de la "telenovela" que dice que se está armando en torno a la interna peronista. Y se empeñó en negar la evidente distancia que empezaron a tomar del ex presidente Néstor Kirchner algunos dirigentes hasta ayer kirchneristas.

En declaraciones a las radios Uno y 10, el gobernador dijo que en las conversaciones que viene manteniendo con otros dirigentes de peso del PJ lo que recoje como común denominador es "el respeto a la gobernabilidad y el respeto por Néstor Kirchner".

Scioli se negó a contestar sobre los supuestos planes que ya estarían empezando a andar para que se aleje de la cabeza del justiciaismo, a la que acaba de llegar tras la "renuncia indeclinable" al cargo que presentó Kirchner después de la dura derrota electoral que sufrió el domingo. "No puedo contestar a versiones que aparecen en un diario", se molestó el ex motonauta, que, además, se quejó de que "se está armando una telenovela" en torno a la conducción peronista. Aunque admitió que "en las reuniones se irá viendo" quién será el próximo titular del partido.

Lo cierto es que dirigentes de peso en la estructura partidaria, como el camionero Hugo Moyano, y gobernadores que hasta ayer nomás casi no expresaban diferencias con Kirchner, como el chaqueño Jorge Capitanich y el salteño Juan Manuel Urtubey, tomaron cierta distancia del derrotado ex presidente que en otros, como el chubutense Mario Das Neves, empezó a hacerse más evidente.

En la convocatoria que hizo a los dirigentes peronistas de peso, Scioli ya recibió el rechazo de los disidentes Francisco De Narváez, Felipe Solá, Ramón Puerta y Adolfo Rodríguez Saá. Y ayer fue desairado por Carlos Reutemann, quien reveló que recibió un mensaje del bonaerense pero que no pensaba contestarle.

"Yo anhelo que el Partido Justicialista recupere el pluralismo, que se expresen todos los peronistas, pero aparecen algunos rechazando invitaciones y yo lo único que hice fue saludarlos por la elección", se lamentó hoy el bonaerense, también derrotado en los comicios como candidato testimonial de la mano de Kirchner.