El de hoy fue un día que refleja las dos grandes preocupaciones de Daniel Scioli al mando de la provincia de Buenos Aires: las elecciones, que le aseguren la gobernabilidad para los dos años y medio de gestión que le quedan; y la economía, que es la amenaza principal para todo gobierno que no tome las medidas acertadas.

Antes de hacer oficial su lanzamiento como candidato a diputado nacional en un acto en Merlo, detrás del ex presidente Néstor Kirchner, Scioli juntó esta mañana a su gabinete completo, salvo por las ausencias del ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó y el de Seguridad, Carlos Stornelli –que mandó a su segundo, Carlos Stagnaro y al jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi– y, a través del nuevo titular de Economía, Alejandro Arlía, dejó en claro su resolución: los ministros deberán reducir los gastos al mínimo.

Como adelantó este medio, la provincia tiene un déficit que podría escalar de los 7 mil millones de pesos previstos a unos 12 mil millones, es por eso que Scioli no quiere gastos innecesarios y, por otro lado, no descarta ninguna opción para financiarse, más teniendo en cuenta que como dijo su ministro Arlía, “es una barbaridad” lo poco que percibe la provincia en concepto de Coparticipación Federal, una lucha con el Gobierno nacional que el ex motonauta no parece estar dispuesto a tener en los ardientes momentos preelectorales.

Luego de recibir críticas durante toda la semana pasada por autorizar por decreto a su gobierno a que tome fondos de los jubilados del Instituto de Previsión Social (IPS), Scioli ahora estudia otra forma de conseguir un descanso en la escalera deficitaria: como confirmaron fuentes del ministerio de Economía a La Política Online, el equipo del gobernador está “ojeando” los mercados internacionales para emitir un bono internacional durante el segundo semestre del año, es decir, cuando el clima electoral se haya enfriado, si es que al oficialismo le da resultado la estrategia testimonial.

Esas fuentes explicaron que si bien no hay cifras estimadas para el bono y que el momento financiero internacional no es propicio ni para que Argentina emita este tipo de títulos, se están estudiando los mercados y los posibles compradores del bono, ya que “no hay que desestimar ninguna posibilidad”. Eso está claro.

La posibilidad de emitir un título semejante, ya estaba contemplada en el artículo 51 de la Ley de Presupuesto 2009 (nº 13929) que autoriza “al poder ejecutivo a endeudarse por hasta la suma” de pesos dos mil novecientos treinta y seis millones ciento noventa mil ($ 2.936.190.000), o su equivalente en otras monedas, con el objeto de afrontar la cancelación de los servicios de amortizaciones previstos en la presente ley”.

Al poco tiempo de asumir, la emisión de un título bonaerense ya pasaba por la cabeza de Daniel Scioli. El por entonces ministro de Economía, Rafael Perelmiter, que ahora reemplazó a Santiago Montoya al frente de Arba, trabajaba en un proyecto para emitir un bono que se aproximaba los 2 mil millones de pesos, pero que fue suspendido justamente por la crisis financiera internacional.

Es que el antecedente había sido exitoso un poco más de un año antes, durante el gobierno de Felipe Solá, cuando su ministro de Economía, Gerardo Otero, colocó en Nueva York, Londres y Buenos Aires un bono por 200 millones de dólares con una tasa anual del 9 por ciento, que luego se estiró a unos impensados 500 millones de dólares, como indicaron fuentes de La Política Online del actual Ejecutivo bonaerense.