El suspenso que se alarga en la conformación de las listas bonaerenses puede contener algo de especulación política, pero también refleja las profundas dudas e internas que vive el peronismo bonaerense que no termina de digerir ni la candidatura de Néstor Kirchner –porque mide menos que Daniel Scioli-, ni su forzada estrategia plebiscitaria.

El propio Kirchner recela de los insistentes pedidos de los intendentes para que encabece la boleta –sospecha que algunos apuestan a su derrota para liquidar su liderzgo-, pero sabe que ceder la cabeza de la lista a Scioli es una rendición definitiva de su liderazgo en el PJ bonareense, y en consecuencia en todo el peronismo.

El primer síntoma de este declive del liderazgo de Kirchner lo entregó la actiz Nacha Gevara, que como anticipó este medio, reniega de integrar una boleta encabezada por Kirchner, pero aceptaría encantada si fuera Scioli el primer candidato. Olivos realiza en estos momentos un operativo de intensa presión sobre la actriz para que acepte. Se vera.

Como sea, estas contradicciones se expresaron en la definición que tomó el Congreso del PJ bonarense en la reunión que mantuvo hoy en el partido de Tres de Febrero. La Política Online adelantó esta mañana que en el protocolar Congreso del PJ provincial realizado en el partido de Tres de Febrero, no habría grandes novedades con respecto a las candidaturas, pero sí que se conformaría una mesa chica de alrededor de cinco dirigentes de peso que decidirán qué nombres que podrán ser elegidos el 28 de junio.

Como pudo saber este medio, esa mesa chica sería integrada por el diputado nacional José María Díaz Bancalari; el vicegobernador Alberto Balestrini; el jefe de gabinete de Daniel Scioli, Alberto Pérez; un hombre de la FAM (Federación Argentina de Municipios), es decir, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra y un hombre de Kirchner, que podría ser el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, o los dos juntos.

Sería casi una ingenuidad creer que viejos lobos del peronismo bonaerense como Balestrini, Díaz Bancalari o Julio Pereyra, se plieguen pacíficamente a todos los deseos de Kirchner. Lo mismo que es notable la presencia de un hombre de Scioli como Alberto Pérez. Hasta ahora Kirchner nunca había aceptado discutir las listas con el actual gobernador bonaerense.

Más límites a Néstor

Fuentes del peronismo bonaerense incluso afirmaron a La Política Online, que también podrían opinar en el armado de las listas una “mesa de los 20”, que además de estos 6 dirigentes, incluya a otros dirigentes del Gran Buenos Aires como el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, el de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, el de Merlo, Raúl Othacehé, y los legisladores nacionales José Pampuro y Carlos Kunkel.

Pero lo más llamativo, es que según esas fuentes, en esta mesa entrarían las duhaldistas Graciela Giannettasio, ex vicegobernadora de Felipe Solá y Graciela Camaño, presidenta del PJ de San Martín y esposa del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, uno de los principales aliados del ex presidente Eduardo Duhalde, que está operando en el PJ disidente que encabeza Francisco De Narváez.

Es aquí cuando toma fuerza otra primicia de La Política Online, que adelantó que detrás de la incorporación del duhaldista Eduardo Camaño al gobierno de Daniel Scioli, seescondía en rigor un primer movimiento del PJ bonaerense de gradual autonomía de Néstor Kirchner.