Luego que una angina oportuna evitara a la Presidenta un encuentro que se insinuaba tenso con la CGT, el convite se concretará hoy a las 19.30 en la Casa Rosada.

Hugo Moyano encabezará la delegación cegetista, que pese a las maniobras del camionero, incluirá en el temario el debate del agravamiento de la situación del empleo en el país. Informes reservados de la central obrera señalan que las los trabajadores afectados ya se cuentan en cientos de miles, entre suspensiones y despidos.

Moyano llega a la reunión con un margen político estrecho, presionado por los gremios que no están conformes con la escasa visibilidad que el líder sindical le está otorgando a la crisis social.

Sin embargo, el líder de la CGT no es ingenuo. Si bien se mantiene fiel a Néstor Kirchner en la faz pública, por lo bajo habilitó a Gerónimo “Momo” Venegas a sumarse al espacio del PJ disidente de Francisco de Nraváez y Felipe Solá, que lidera desde las sombras Eduardo Duhalde. Es una jugada preventiva ante un eventual cambio en las relaciones de fuerza al interior del peronismo, luego de las elecciones, que podrían transparentar el deterioro político de Kirchner.

Pero esto no impedirá a Moyano reclamar una vez más lugares en las listas del oficialismo para su sector. En capital estaría bastante consensuado el nombre del judicial Julio Piumato, pero la pelea fuerte es por lugares en las listas bonaerenses, que hasta ahora Kirchner no está concediendo.

Se supone que en el encuentro de mañana se hablará incluso de medidas para “proteger el empleo”, pero difícilmente haya alguna definición sobre proyectos como la doble indemnización y un fondo de desempleo, entre otras iniciativas que redactó el diputado Héctor Recalde.

El (suave) giro de Moyano

En este marco, Moyano se vio forzado a afirmar hoy en declaraciones radiales, que le expondrán a la Presidenta "algunas inquietudes y preocupaciones por los síntomas de despedidos que están ocurriendo, aunque no en forma masiva, pero sí individualmente con el cierre de comercios".

"Sinceramente no es lo alarmante que se plantea en otros países, pero nos preocupa a todos", matizó, marcando una suave contradicción con el discurso de Néstor Kirchner, que días atrás dijo en público que la economía argentina había vuelto a crecer.

El líder cegetista eludió revelar que propuestas llevarán a la reunión, pero al ser consultado por la posibilidad de pedir la constitución de un fondo de desempleo, afirmó: "hay un pedido que hemos elaborado, son medidas que nosotros consideramos, pero que el gobierno las tendrá que evaluarlas también".

Sin embargo, trascendió que los sindicalistas plantearán la necesidad de un aumento en el salario familiar de trabajadores suspendidos, además de una suba del subsidio por desempleo.

También le reclamarán a la presidenta por el giro de fondos a las obras sociales que les tiene trabados la ministra de Salud, Graciela Ocaña. Así como se habla de la creación de un fondo anticrisis mediante un impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas.

Moyano, que de acuerdo a los deseos del gobierno pateó las paritarias para el segundo semestre, no pudo evitar sin embargo que la cuestión salarial volviera a escena, luego de soportar reclamos públicos enese sentido, por ejemplo del líder de la UOM, Antonio Caló.

"Los empresarios se beneficiaron totalmente en los últimos años y hay muchísimos sectores de trabajadores que tienen atrasados sus salarios", advirtió, para luego anticiparse a la respuesta patronal: "los empresarios siempre van a decir que no están en condiciones de dar un aumento, porque ya lo decían cuando se crecía al nueve por ciento anual", criticó.