El jueves el pulcro despacho en el Senado de Carlos Reutemann fue el escenario en el que ocurrió una de esas reuniones que parecen intrascedentes pero que marcan los próximos acontecimientos políticos.

El operador presidencial Carlos “Chueco” Mazzón, intentaba llegar a algún entendimiento entre el ex corredor y el diputado ultrakirchnerista Agustín Rossi, para que el PJ puede presentar un frente unido en Santa Fe, que le permita a la Casa Rosada capitalizar un eventual triunfo de Reutemann el 28 de junio.

Es que como sostiene el encuestador Artemio López, sólo un triunfo de un Reutemann que aparezca alineado con el gobierno, puede compensar los millones de votos que el oficialismo perderá en todo el país. Si Rossi compite con el ex corredor, todos los votos del Lole serán contabilizados en el rubro oposición.

Mazzón apeló a su permanente inventiva –fue el ideólogo del anticipo eleccionario y la coparticipàción de retenciones-, para convencer a Reutemann.

Le expuso la única salida posible para un peronismo santafesino complicado por los tiempos electorales y la irrefrenable decisión de Agustín Rossi de seguir adelante con su candidatura: los neo lemas. Esto es, que el Congreso partidario peronista avale dos frentes, uno encabezado por Rossi y el otro por Reutemann para que, sin el sello pero con el espíritu del PJ, compitan por el electorado el domingo 28 de junio sin sumarse mutuamente al final.

A Reutemann no lo terminó de convencer la idea: “Tengo miedo que la diáspora de votos de dos candidatos peronistas termine beneficiando a (Rubén, el candidato socialista) Giustiniani”, afirmó Reutemann, tomando como referencia lo ocurrido en la Ciudad de Santa Fe hace dos años, cuando dos peronistas (Balbarrey y Martínez) fueron a las urnas por separado y permitieron que se alzara con el triunfo el radical Mario Barletta.

La presión de Rossi

Así las cosas, este martes el vicepresidente segundo del peronismo Jorge Fernández –a la sazón jefe de gabinete de Agustín Rossi-, se presentará ante la Junta Electoral del PJ para reclamar que se fije fecha de internas en la reunión del Consejo que se llevará a cabo al otro día.

Si así no fuera (el reutemismo argumenta que no hay tiempo material para ello), y no se convoca de urgencia al congreso partidario para que zanje la cuestión de las candidaturas (descartado los neo lemas, el congreso solo puede avalar una lista de unidad o internas), el sector de Rossi irá a la justicia federal con competencia electoral para que dirima la cuestión.

En el PJ santafesino se evalúa que la única salida para que Rossi y Reutemann cumplan con sus aspiraciones electorales es que uno de los dos vaya “por afuera” del PJ, con algún sello propio. Es obvio que el reutemismo no le dejará el campo orégano a Rossi para que lleve la sigla del PJ, ni viceversa.

Escándalo en la Legislatura

El acuerdo parece lejano y mientras el apretado calendario electoral que impuso Néstor Kirchner apura las definiciones, la interna del PJ santafesino sube de temperatura minuto a minuto. En este marco, como anticipó La Política Online, el jueves en la Legislatura santafesina estalló un escándalo, cuando sopresivamente los nueve legisladores que responden a Rossi dieron su voto al gobernador Hermes Binner para que pudiera aprobar el presupuesto.

Indignados, sus colegas de bancada que responden a Reutemann y al ex gobernador Jorge Obeid deslizaron que hubo coimas o alguna otra negociación imposible de blanquear ante la sociedad.

“Esto no le hace nada bien al peronismo, es un desastre”, se lamento Reutemann mientras veía alejarse un poco mas las posibilidades de presentarse como candidato a la reelección dentro de un marco partidario de mediana tranquilidad.

Pero existe otra lectura. Agustín Rossi se habría enterado de las negociaciones entre Reutemann y Mazzón y harto de los comentarios quee scuchaba en el Congreso dando por sentado un acuerdo para prescindir de su candidatura entre Carlos Reutemann y el gobierno nacional: habría dado la orden a sus diputados de votar el presupuesto de Binner junto al socialismo, “para que se rompa todo”.

Incluso, en el PJ santafesino no son pocos los que afirman que este pacto Binner-Rossi a nivel legislativo tiene su correlato político: La insistencia del jefe del bloque kirchnerista por mantener su candidatura, divide al PJ de Santa Fe y favorece las chances de Giustiniani, hoy muy atrás de Reutemann en las encuestas.