Si al sector automotriz le faltaba algún indicador para demostrar los profundos efectos de la crisis internacional era que pase lo que confirmaron: El Salón del Automóvil 2009 finalmente fue postergado, tras un acuerdo entre las diez empresas constructoras instaladas en el país, hasta junio de 2010. En principio.

El rumor ya venía sonando fuerte y la posibilidad estaba latente. Hoy, fuentes de las automotrices se lo confirmaron a La Política Online. “Se están haciendo las gestiones y los contactos con todos los actores: el organizador que es AMC, los expositores, las diez terminales, y se ha coincidido con Rural en principio en postergarlo hasta 2010”, aseguraron.

El famoso evento que cada dos años tiene lugar en La Rural, tenía turno para este año. Los voceros justifican, obviamente, la decisión por la cruda realidad de los constructores: “Se decide poner el énfasis en todo lo que sea la sustentabilidad del sector”, mientras que como buen augurio recuerdan que acabará coincidiendo con el Bicentenario de la Nación.

En octubre del año pasado se había confirmado el Salón del Automóvil de Buenos Aires para este año, incluido un vistoso afiche promocional. Durante una reunión ofrecida por el embajador Luis Ureta Sáenz Peña en la embajada argentina en Francia, se realizó el anuncio oficial de la realización del V Salón Internacional del Automóvil porteño.

El caso Buenos Aires

Había sido el presidente de AMC Promociones –la empresa francesa organizadora-, Thierry Hesse, el vocero del anuncio, que además adelantaba que se sumaba a la agenda el primer Salón en Chile. De hecho, la fecha estaba estipulada entre el 17 y el 29 de junio, agregándose dos días a los diez habituales en que se realizaba la exposición.

Ahora, al menos por este complicado año, todo quedó en la nada.

Lo que ocurre en Buenos Aires no es más que un reflejo de lo que ocurre a nivel internacional. Aunque se realiza a todas luces el Salón de Ginebra, del 5 al 15 de marzo –donde las constructoras se esforzaron por enviar todo lo que tenían a disposición-, el de Barcelona también se suspendió.

En Estados Unidos, por caso, se evidenció un caso ambiguo: Aunque finalmente se hicieron los de Detroit y Chicago, no hubo participación completa. Allí, las diferentes empresas mostraron sus propias limitaciones, retaceando sus participaciones y concentrándose en lo que hoy más les preocupa, que es recuperar su nivel productivo, sus ventas y sobre todo sus cuentas. Los aficionados, deberán esperar.