Las internas dentro del macrismo, con la llegada del año electoral, comenzaron a cristalizarse. Es que la pelea por las candidaturas y las formas que tomarán los comicios puso en el eje de las miradas del espacio al denominado “michettismo”, es decir, aquellos que juegan abiertamente con la vicejefa de gobierno.

Entre ellos se encuentra el joven secretario general, Marcos Peña, quien hoy en día tiene una fuerte influencia en Mauricio Macri.

Mientras se termina de definir si las elecciones son conjuntas o separadas (tal como pide Gabriela Michetti), por estos días se lo escuchó a Peña, entre los suyos, despotricar contra el diputado nacional, Esteban Bullrich.

Por supuesto que esto tiene un correlato político muy claro: si las elecciones se unifican hay una posibilidad de que el líder de Recrear sea candidato a legislador y se quede con la vicepresidencia de la Legislatura, cargo y candidatura que quiere ocupar Michetti.

Esta hipótesis, de darse, sería una victoria de Horacio Rodríguez Larreta, uno de los principales interlocutores de Bullrich, con quien mantiene diálogo permanente.

A tal punto que, cuando comenzó la gestión del PRO, se hizo cargo temporalmente del ministerio de Desarrollo Social hasta que la actual titular, María Eugenia Vidal (de íntima confianza del jefe de gabinete), se hiciera cargo a mitad de año.

Sin embargo, desde el macrismo apuntaron a este medio que aún no está definido dónde jugará el líder de Recrear, ya que también podría renovar su banca en el Congreso.

De hecho, actualmente sigue trabajando sobre temas nacionales, como denuncias contra el kirchnerismo (fue uno de los impulsores de la causa Skanska) y acuerdos electorales en varios distritos.