El Gobierno presentará esta tarde el índice de crecimiento de la actividad industrial de enero, que según las estadísticas privadas, bajó entre el 9 y el 11%. Sería la primera vez en seis años que el Indec difunda un dato negativo sobre la producción. Pero la costumbre del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, de intervenir en los números oficiales podría dar vuelta a la realidad económica que quiere mostrar el kirchnerismo y presentar un positivo crecimiento. Algo que generaría mucho malestar entre los empresarios que en estos días se enfrentan a la discusión salarial en paritarias.

En diciembre, las estadísticas oficiales mostraban un leve crecimiento: del 2,2% sobre noviembre y del 2,3%, comparado con igual mes del año anterior. Pero según los datos privados fueron negativos.

Esta vez, según las estimaciones de FIEL, la caída de al actividad industrial sería del 11,4%. Otro que muestra números negativos es Orlando Ferreres & Asociados que calculó un derrumbe del 9,1%.

El debate que se está generando en estos momentos en el Gobierno es qué anunciar. Si se presentan números cercanos a los privados, comenzaría –quizás- el camino de sinceramiento de las cuestionadas cifras del Indec, pero se reconocería la recesión a la que el kirchnerismo no quiere ni nombrar. Pero si Moreno, una vez más, levanta el teléfono e interviene los números para que se anuncie un crecimiento, no sólo mantendrá todas las sospechas sobre el Instituto, sino que además, recalentará la discusión salarial en paritarias que se desarrollarán durante todo marzo.

Es que un aumento de la actividad en los números oficiales, por más pequeño que sea, le quita el principal argumento a los empresarios para presionar a los sindicatos para que no haya subas en los sueldos.

Esta vez son los industriales argentinos quienes se encuentran a merced de los caprichosos números de Moreno.