El Gobierno, la CGT y la Unión Industrial acordaron ayer en Madrid que apenas regresen a Buenos Aires se pondrán a trabajar para la conformación de un Consejo Económico y Social (CES) siguiendo el modelo español. Una mesa que busca analizar las políticas para paliar la crisis internacional y local. Estará integrada por todos los sectores. Hasta por el campo. Fue un pedido especial de la UIA. Y la presidenta Cristina Kirchner, parece que accedió. Admitió que le parecería bueno que "el campo se sume al CES".

"Dalo por hecho. Nos pondremos a trabajar todos en un proyecto de ley apenas volvamos", confirmó a Clarín el secretario gremial de la CGT, Omar Viviani. "Tiene que ser lo más amplio posible. Buscaremos que esté la UIA y la CGT, pero también la banca, la bolsa de comercio, el resto de los empresarios, consumidores, representantes del campo y el Gobierno", agregó Viviani.

La confirmación de un CES argentino dominó las conversaciones de la delegación sindical (Hugo Moyano, Antonio Caló y Viviani), y la industrial ( Juan Lascurain, José Ignacio de Mendiguren y Guillermo Moretti), desde su arribo a la Capital española.

También el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que se sumó a último minuto a este viaje precisamente para avanzar en este tema, le había confirmado a este diario que sería bueno conformar un organismo tripartito para la búsqueda de consensos en materia de empleo que esté conformado por trabajadores, empresarios y el Gobierno.

Los industriales venían reclamando que se integre al campo. Y ayer fue la propia Presidenta la que, en una entrevista con la española Cadena Ser, admitió que le parecería bueno que "el campo se sume al Consejo Económico y Social", dando por sentado que el proyecto para su conformación está en marcha.

La invitación de la Presidenta al campo es una fuerte señal política. La dirigencia rural, que prepara una nueva protesta, reclama desde hace meses tener diálogo con el Gobierno. Con este llamado la Presidenta intentaría disminuir la tensión en la conflictiva relación con el campo.

El Consejo se viene proponiendo hace tiempo. Tanto Cristina como antes su esposo ya lo habían bautizado como "pacto social" o "Acuerdo del Bicentenario".

La decisión terminó de madurar ayer con la visita que los sindicalistas, industriales y Tomada realizaron al mediodía a la sede del CES español. Siete del lado argentino y siete del lado español contando sus experiencias, incluyendo el presidente Marcos Peña, viejo conocido de los argentinos.

Los argentinos quedaron impactados por el cruento diagnóstico de la crisis española que escucharon. "Nos contaron que acá se están perdiendo más de seis mil empleos por día", reveló Viviani, que reconoció la importancia de buscar "formas innovadoras para morigerar el impacto de la crisis".

Más tarde, los industriales terminaron de confirmar el diagnóstico en una reunión privada con sus pares ibéricos y los sindicalistas con los suyos de UGT y Comisiones Obreras.

"Siempre estuvimos impulsando el CES", recordó una fuente de la UIA al matutino. "Pero ahora vamos a esperar que la iniciativa la tome el gobierno. Ojalá avancemos".

Si bien del tema salarial casi no se habló por aquí, Tomada regresó anoche a Buenos Aires satisfecho para haber logrado un consenso para apurar la sanción de una nueva ley de riesgo de trabajo que ponga el acento en la prevención.