La UIA quiere incluir al campo en el Consejo Económico Social
Las primeras discrepancias se presentan en medio de las negociaciones entre el Gobierno, los sindicatos y los industriales para relanzar el CES con el fin de paliar la crisis. Mientras Lascurain y De Mendiguren piden la participación de la Mesa Enlace y la oposición, Moyano teme que este nuevo pacto limite los aumentos salariales.
Algunos acuerdos y muchas discrepancias. El ministro de Planificación, Julio De Vido, reunió al jefe de la CGT, Hugo Moyano, con el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, y todos comenzaron a analizar allí, por ahora de manera incipiente, el relanzamiento del meneado y demorado Consejo Económico Social (CES) para superar la crisis global en nuestro país.

La idea entusiasma a los industriales, pero ponen sus condiciones. El titular de la UIA, Juan Carlos Lascurain, y su segundo, José Ignacio de Mendiguren, consideraron que para que el intento sea serio y tenga algún destino, dos de los varios sectores enemigos declarados del Gobierno tendrían que formar parte del emprendimiento, la oposición y el campo. Sólo así, según publica hoy el diario Ambito Financiero, los industriales -a título personal- aseguran que ese Consejo podría asimilarse al espejo que los Kirchner imaginaron como base para el ámbito de discusión: el Consejo Económico y Social de España, nacido del Pacto de la Moncloa, y que integran los diferentes sectores políticos, económicos y sociales del país europeo, incluyendo los partidos opositores y los representantes de la industria, el agro, los bancos, el turismo y los sindicatos.
Por ahora, y tal como lo dejó claro De Vido en su encuentro con la cúpula de la UIA, el proyecto oficial es escueto, y sólo incluye a la entidad industrial, CAME (representando a las pymes), CGT, eventualmente a la CTA (dependiendo si apoya o no los intentos de elecciones de representantes como los del subterráneo) y el Gobierno. No hay espacio para los partidos opositores (salvo los integrantes de la desangrada Concertación Plural) ni para la Mesa de Enlace.

Por otro lado, el líder de la CGT, Hugo Moyano, ve la iniciativa del con recelo. Según el diario La Nación, teme que sea un límite para el reclamo de aumentos de salarios, que los industriales quieren morigerar.

"No vinimos aquí a discutir aumentos de salarios con Moyano del 10, 15 o 20 por ciento", comentaba el vicepresidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, en los sillones del hotel. Lascurain y De Mendiguren, en rigor, organizaron una reunión para hoy a las 14 con el Consejo Económico y Social español, para mostrarle a la CGT para qué sirve ese organismo. Y, según el matutino, aunque no lo dicen, conservan la esperanza de que al ver la magnitud de la crisis europea de cerca, y su posible traslado a la Argentina, Moyano modere sus pretensiones salariales.

La UIA quiere emular el modelo español del Consejo Económico Social, nacido en los años 90, cuando España necesitaba ponerse a tono con otros países de la Unión Europea para crecer sin desequilibrios económicos y sociales. La idea en la Argentina se manejó en 2005, pero el presidente Néstor Kirchner boicoteó su conformación. La idea que domina a los industriales, asegura La Nación, es que Kirchner considera que el CES podría restarle poder político y económico, incluso el que le otorga monopolizar el diálogo con la CGT.

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