A 48 horas de viajar a España, Cristina no pudo anunciar –como quería- un acuerdo con Marsans por el que la Argentina se hará cargo de la deuda que el grupo español tiene con Airbus por la compra de aviones a cambio de que levanten la demanda contra el país presentada ante el tribunal internacional, CIADI, por la expropiación de Aerolíneas. El acuerdo se trabó y, según fuentes de La Política Online, la Presidenta dio la directiva a sus funcionarios de que “se haga todo para lograr y acuerdo” antes de que su vuelo despegue a Madrid.
En diciembre de 2007, cuando Marsans manejaba Aerolíneas y Austral junto a otras líneas la filial chilena Cielos del Sur y la española Air Comet y negociaba para quedarse con Spanair –adquisición que finalmente fracasó-, firmó con Airbus un contrato de compra de 73 aviones, por un total de 7.000 millones de dólares, por los próximos diez años. Pero la compra quedó trabada luego de que el Congreso argentino expropiara Aerolíneas y Austral y las estatizara.
Ahora Marsans negocia con el Gobierno el traspaso de una parte del contrato. Según el diario Clarín serían unos 35 aviones por un monto que oscila entre 2.500 y 3.000 millones de dólares, que este año se limitarían a la adquisición de tres Airbus 330 (280 pasajeros), a un precio entre 90 y 120 millones de dólares cada uno.
El escollo de los K
Las negociaciones avanzaban hasta esta mañana con Marsans. El gobierno argentino acordó pagarle al grupo español el anticipo que ellos le dieron a Airbus por la compra de los aviones y se hacía cargo del resto. Pero, según pudo saber este medio, la traba la puso la propia compañía aeronáutica.
Airbus se puso duro y pidió una garantía de que se les iba a pagar por los aviones que figuran en el contrato. Pero, según supo La Política Online, no se pusieron de acuerdo con qué banco ni de qué manera la Argentina podía asegurarle que no caerá en una cesación de pagos con la aeronáutica.