En medio de las presiones sindicales para aumentar los salarios en la próxima discusión de paritarias, Cristina Kirchner le hace un guiño al líder de la CGT, Hugo Moyano, y le concede tres reclamos que viene pidiendo. Aumenta los aportes de los monotributistas a las obras sociales, planea una reforma de eset sistema para que los contribuyentes paguen el servicio de sanidad acorde a lo que facturan y, como adelantó La Política Online, tiene sobre su escritorio listo para firmar el decreto que limita el traspaso de obras sociales a prepagas.

Según el diario CRítica de la Argentina, la resolución 2538 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), publicada ayer en el Boletín Oficial, dispuso una suba de 26% en el monto que aportan los monotributistas y los trabajadores del servicio doméstico a las obras sociales a cambio de la atención sanitaria. De este modo, el aporte pasará de los $37 actuales por beneficiario a 46,75 pesos.

La medida, que tendrá impacto sobre al menos un millón de monotributistas (la mitad del padrón total), fue una respuesta directa a la amenaza hecha esta semana por la CGT de suspender la atención de esos contribuyentes por la falta de actualización de los montos, como publicó Crítica de la Argentina el último lunes. El aumento es retroactivo al 1 de diciembre pasado y derivará a las obras sociales un extra de $120 millones al año.

Este jueves, en la reunión de la mesa chica de la CGT, presidida por Hugo Moyano, la dirigencia sindical confirmó su intención de no aceptar techos en la próxima ronda de negociaciones salariales. Pero la mayor parte del encuentro se centró en el repaso de las medidas del Gobierno con respecto a las obras sociales. Los gremialistas festejaron por anticipado el dato que les acercó la ministra de Salud, Graciela Ocaña, acerca de la suba inminente de aportes, que se concretó ayer.

Pero también celebraron la confirmación de la funcionaria acerca de nuevas medidas en beneficio de las obras sociales: Ocaña les dijo que se publicará un decreto para limitar los traspasos de beneficiarios entre organizaciones, y que también subirá el monto que el PAMI les reconoce por la atención de sus afiliados jubilados. En este último caso, la cápita por cada jubilado subirá de $91,50 a 114,50 pesos (25% más).

Pero el premio mayor, explica el matutino, lo paladean los gremios para marzo. Se trata de una reformulación integral del régimen de monotributo que tenía en carpeta Claudio Moroni, el antecesor de Ricardo Echegaray en la AFIP, para corregir las distorsiones que se generaron en el esquema creado por Domingo Cavallo. El Gobierno lo hará a través de un proyecto de ley que enviará al Congreso al inicio de las sesiones ordinarias.

La idea central es reformar las categorías, donde esas distorsiones se hicieron más patentes por la inflación. Aunque hay comercios chicos que aún figuran como monotributistas, para serlo deberían facturar no más de 12 mil pesos por mes.

En la AFIP piensan que muchos monotributistas deberían pasar a figurar como responsables del pago de IVA y Ganancias y no de un régimen simplificado y con beneficios especiales. Pero buscan paliar el impacto recesivo que genera mes a mes el aumento de impuestos que sufren quienes se cambian de categoría.

La reforma incluirá un punto largamente reclamado por los sindicatos: que los aportes de los monotributistas a las obras sociales sean proporcionales al nivel de facturación. Ese aspecto lo adelantó esta semana Echegaray a dirigentes de la conducción nacional de la CGT. La comunicación tenía por objeto aplacar la demanda de los gremios en el período previo al inicio de las paritarias. En los sindicatos celebraron la idea y prometieron apoyo a la reforma, durante el debate parlamentario.