La severa fuga de capitales que el gobierno intenta detener con medidas cuestionadas desde todos los focos, como es el blanqueo, tiene su correlato en el Congreso. Es que luego de la grieta que en el peronismo abrió el tratamiento de la polémica Resolución 125 y la salida de varios diputados del bloque del Frente para la Victoria, el oficialismo quedó rengo en muchas comisiones clave donde ostentaba una mayoría invencible y la cosa para el electivo 2009 no aparece, al menos a priori, cosa fácil.

Unión Peronista es el nombre que ocho diputados, ex integrantes del FpV, eligieron darle al grupo que conformaron tras alejarse de las filas K. Entre ellos, está el re cotizado Felipe Solá y el mendocino Enrique Thomas, aliado estratégico del peronismo para el vicepresidente Julio Cobos.

No se le puede achacar en este caso responsabilidad política a Agustín Rossi, titular de la bancada kirchnerista, la salida de legisladores. Es que el mayor escollo son justamente los proyectos que la Casa Rosada baja y que ya muchos se cansaron de tener que defender muchas veces sin argumentos sólidos y, como ocurrió con la 125, yendo hasta en contra de lo que pregonan.

Por eso no es casual que la comisión que sufrió la sangría más importante sea justamente la de Agricultura y Ganadería, eje clave de la discusión en el Parlamento que acabó con una ajustada votación en la Cámara Baja –inundada de todo tipo de sospechas- y finalmente el derrumbe del proyecto en la voz y el voto de Cobos.

Allí, la comisión de 36 integrantes gozaba de una sólida mayoría kirchnerista, con 19 votos asegurados. Ahora, quedó a merced de las presiones de la oposición. De los ocho diputados que integran la Unión Peronista, cuatro eran parte de la comisión de Agricultura: Adriana García, Jorge Montoya, Beatriz Daher y el propio Thomas. El resultado es netamente numérico: el FpV quedó con sólo 15 votos en una comisión de 36 integrantes.

Mesa partida

Otros casos son las comisiones de Obras Públicas, la de Energía y la de Finanzas. En los tres, la mayoría que tenía el oficialismo para transformar esos despachos en un simple pasamanos de los proyectos del gobierno es historia.

En la de Obras Públicas, comisión que analiza y emite dictámenes sobre, fundamentalmente, los proyectos de Julio De Vido, el kirchnerismo perdió tres votos. A los casos de Daher y García se suma el del ex intendente marplantense, Daniel Katz, quien tras votar en contra de la 125 responde y arma para el cobismo en terreno bonaerense.

Con esto, la cuenta quedó con 15 votos kirchneristas del total de 30 integrantes de la comisión. Lejos de los 18 votos con los que contaba antes de la 125.

En la de Energía y Combustibles, el oficialismo perdió 2 votos de los 18 que ostentaba, quedando con 16 votos sobre un total de 35 integrantes de comisión; mientras que en la de Finanzas, ya estaba complicado –tenía 10 de 21- y a esto se le sumó ahora la de Adriana García.

En el caso de la comisión de Previsión y Seguridad Social, la cosa sigue siendo favorable al kirchnerismo, aunque con números ajustados. Con dos pérdidas, quedó con el control de 15 diputados sobre 29 integrantes. A sólo un voto de perder la mayoría automática.

Esta comisión se transformó en eje de la política y la economía ya que brega por los intereses de los fondos de la Anses y los designios de los jubilados y pensionados. En los últimos tiempos, se erigió como partícipe hiper activa de la actividad legislativa al aprobar la movilidad jubilatoria –con la criticada fórmula de Amado Boudou- y luego el retorno de los fondos administrados por las AFJP al control estatal.

Sin embargo, el gobierno sigue contando con comodidades dentro de la comisión más importante de la cámara, ya que por sus características atraviesa la mayoría de los asuntos más importantes: la de Presupuesto y Hacienda.

Sus integrantes analizaron en los últimos días todos los planes anticrisis lanzados por Cristina Kirchner, así como también las cuestiones ligadas a la Anses o hasta en las retenciones. Siendo la más grande de todas –tiene 49 integrantes-, el kirchnerismo cuenta ahí todavía con 27 votos fieles, a los que se podría sumar el de la diputada María Cristina Crémer de Busti, esposa del gobernador quien suele acercarse y alejarse de la Casa Rosada, según las circunstancias.