Mauricio Macri no ha dado opinión, hasta ahora, acerca de la fecha para la cual convocará a las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires, pero ayer la vicejefa porteña, Gabriela Michetti, anticipó las preferencias.

En una entrevista realizada por el diario Ambito Financiero , la funcionaria afirmó que “es mejor que las elecciones (locales) sean separadas, para no nacionalizar la elección, que eso no es bueno”, y explicó Michetti lo que considera debería suceder el año que viene en la Capital Federal: que Macri convoque a la elección de 30 legisladores porteños anticipadamente, como lo hizo Jorge Telerman en 2007, y que en octubre se dispute en el distrito sólo la votación de los 13 diputados nacionales que deben renovarse.

Michetti también dio argumentos relacionados con la autonomía porteña y con que se debatan los temas que tienen que ver exclusivamente con el distrito. Así aseguró que ella, dentro de PRO, es del grupo que considera que tiene que haber dos urnas. La vicejefa volvió a manifestar que no quiere ser candidata y que le gustaría terminar el mandato y los proyectos que lleva adelante en su función, pero admitió que “tenemos otros candidatos buenos, pero todavía no los conoce tanto la gente y yo entiendo que tenemos que ganar la elección. Todavía no lo conversamos, pero cuando lo hablemos, yo voy a aceptar solamente si estoy convencida, si yo siento que es así, que es necesario que yo vaya”.

“Acá no hay Mauricio que dice tenés que ir, sino una decisión en conjunto de todos”, dijo Michetti, ante los micrófonos radiales, acerca de su propia candidatura.

Macri, como Néstor Kirchner, se inclina por provincializar la votación del año que viene y evitar un debate de temas nacionales en el cual en su caso deba confrontar con el kirchnerismo y con Elisa Carrió como adversarios.

Aceptación

La separación también es aceptada en la Ciudad de Buenos Aires por un sector del kirchnerismo local que, ante la dispersión de la tropa cree que el candidato debe ser Telerman, encabezando una lista de legisladores porteños.

En cambio, Carrió, que está urdiendo una alianza antikirchnerista (ver aparte), se vería favorecida con la unificación de los comicios. La decisión, que sólo puede tomarla Macri, es reclamada por la oposición porteña, que considera como fecha probable de una elección separada de la de octubre, junio o julio, y para eso cree que antes de fin de año debe conocer el calendario.

Macri no sólo busca imponerse en 2009 en el distrito como antesala de 2011, sino que requiere el dominio de la Legislatura porteña, para lo cual, debe superar 30% de los votos para quedarse con un bloque numeroso. Actualmente, cuenta con 27 de las 60 bancas del recinto y perdería posiciones si no llega a un resultado exitoso. Las urnas separadas también podrían llevar el argumento de la imposibilidad -por ser anticipadas- de realizar la votación de comuneros, 105 cargos políticos barriales nuevos que Macri querría eliminar si pudiera modificar la Constitución como lo había previsto.

Por otra parte, si Michetti termina encabezando una lista de legisladores porteños, se convertiría en la vicepresidenta de la Legislatura, cargo que hoy ocupa Diego Santilli, quien no renovará su banca, y que representa el del gerenciamiento total de la casa. Si bien el macrismo logró ya la sanción de más de cuarenta leyes que pidió el jefe de Gobierno, las más importantes fueron todas condicionadas y reformuladas por la oposición, como el extendido de subtes o la propia norma de creación de la policía, sin contar con las demoras que la falta de consenso le provocan.

De todas maneras, en PRO hay opiniones diferentes a las de Michetti, de quienes ven a la vice como candidata a diputada nacional en una boleta que arrastre a la de legisladores locales que aún no tiene postulante firme para iniciarla. Son los que se inclinan por realizar una única elección, en la fecha programada para las legislativas nacionales, el 25 de octubre del año próximo.