Que Alberto Fernández siga perdiendo terreno como operador kirchnerista en terreno porteño y que los metros que lo distancian de la Casa Rosada se agiganten con el paso de los días tiene su correlato del lado del ex jefe de Gabinete. En vísperas del voto en Diputados para la reestatización de las jubilaciones, se llevó a Vilma Ibarra.

La bronca no es sólo por el voto que pierden en el Congreso. Aunque resulte significativo, saben que cuentan con los votos y que lejos estaba Vilma de ser determinante en la votación. Lo que huelen, es que la jugada se trata de una respuesta de Alberto al ninguneo que desde el gobierno le vienen practicando. Una forma de mostrarle los dientes a los Kirchner, pero a miles de kilómetros de distancia.

Vilma y Alberto gozan por estos días de unas minivacaciones por Europa. Aunque no se pudo confirmar la ruta elegida por los dirigentes porteños, La Política Online pudo saber que al menos pasarán un par de días en España.

La movida de Fernández se da en momentos donde el peronismo porteño ya no le responde, los dirigentes que antes lo tenían como puente hacia Kirchner ya no lo necesitan y el operador kirchnerista, el secretario Legal y Técnico Carlos “Chino” Zannini hace pie en la ciudad para conducir al kirchnerismo.