“Ojo con Kravetz que labura más para Macri que para nosotros, lo tengo chequeado”, fueron las lapidarias palabras de Néstor Kirchner en la reunión que mantuvo la semana pasada con Juan Pablo Schiavi, ex ministro de Jorge Telerman y hoy funcionario de Julio de Vido; y con Víctor Santa María, titular del sindicato de porteros y hombre fuerte del PJ porteño.

La furia del ex presidente contra el jefe de bloque de los legisladores kirchneristas, incluyó otros conceptos y algunas precisiones sobre los vínculos entre este ex abogado de empresas recuperadas y el machismo, a quien Kirchner a declarador la guerra política.

Schiavi y Santa María habían comenzado a hablar de las posibles opciones políticas que podían darse en el distrito de cara a las elecciones del año próximo, que asoman muy complicadas para el kirchnerismo. Ambos dirigentes impulsan la postulación de Telerman a legislador.

Lo que implica un golpe directo a la autoridad del todavía presidente del PJ porteño, Alberto Fernández, que mantiene un encono personal con el ex jefe de Gobierno que lo llevó a apoyar la candidatura de Daniel Filmus, que terminó siendo funcional a Mauricio Macri, al dividir el voto kirchnerista.

“Fue un error enfrentar a Telerman, nos dividimos y perdimos la Ciudad. A veces se cometen errores por hacer prevalecer temas personales por sobre los políticos”, reconoció Kirchner en un análisis, que más que autocrítica fue un cuestionamiento directo a su ex jefe de Gabinete.

Fue en esa línea, que la conversación derivó en la principal espada política de Alberto Fernández en el distrito, y Kirchner no ahorró críticas para Kravetz, cerrando con un sugestivo: “Lo tengo chequeado”.

En ese sentido, fuentes kirchneristas consultadas por La Política Online, señalaron la histórica influencia de Kravetz sobre el Ente de Higiene Urbana, poder que conservaría hoy a pesar de estar conducido por el macrista Eduardo Terreni.

Este Ente es el encargado de limpiar la única zona de la ciudad que cuya limpieza sigue en manos del estado municipal. Y en ese sentido cuenta con un presupuesto de cientos de millones que gasta en licitaciones en algunos casos muy cuestionadas.

Se trata de un área en la que pesa fuerte el sindicato y con la que históricamente, según reconocen en la Legislatura, Kravetz tuvo estrecha relación a través de uno de sus operadores, el ex director de la Legislatura, Gustavo de la Fuente.

Pero la información de Kirchner también apuntaría a otro espacio en el que Kravetz ha logrado enhebrar una saludable convivencia con el macrismo: ciertas áreas de asistencia a las villas porteñas, en las que se dispone de cuantiosos contratos y partidas de subsidios para repartir.

En rigor, la permanencia de Kravetz al frente de la bancada kirchnerista, sólo se explica porque su rol es funcional al status quo interno, que tiene como verdadero jefe político al vicepresidente segundo de la Legislatura, Juan Manuel Olmos, un hombre vinculado a Víctor Santa María.

Pero su excesiva cercanía al macrismo, que se expresó incluso en el acompañamiento con su voto de numerosas leyes claves para la actual gestión, incluso le generó abiertos enfrentamientos con otros miembros de su bancada como Gabriela Cerruti, que siempre apostó a una línea de oposición dura, que parece ser la elegida por Kirchner.

La insólita embestida del ex presidente contra un dirigente menor como Kravetz, obedece en rigor a la furia contra Alberto Fernández que todavía se respira en la Quinta de Olivos –sobre todo del lado de Cristina Kirchner-.

Apenas un síntoma más de la franca decadencia del ex jefe de Gabinete, que sigue ostentando el cargo de presidente del PJ porteño, más por una cuestión de cuidado de formas -por eso que queda feo golpear al árbol caído- que por una cuestión de consenso y poder real.

En ese marco, históricos laderos de Kirchner como Julio de Vido y Carlos “Chino” Zanini, que en su momento apostaron por Telerman y tuvieron que “tragarse el sapo” de Filmus que les impuso Alberto Fernández, ahora han redoblado su desembarco n el distrito, esta vez con la venia directa de Kirchner.

La Política Online ya anticipó en su momento la buena relación que existe entre Santa María y De Vido; sintonía que se expresó en la reunión con Kirchner, a la que asistió acompañado por un funcionario de Planificación como Schiavi.

Fue así, que la semana pasada en la sede del sindicato del Automóvil Club (Sutaca) un grupo de dirigentes kirchneristas se reunieron con la excusa de escuchar los análisis sobre la crisis global y su impacto local del vice del Banco Nación, Roberto Feletti; al ex secretario de Política Económica, Oscar Tangelson; y al subsecretario de Asuntos Legales de la Presidencia, Claudio Heredia.

Si bien se convocó bajo el ampuloso título "Fortaleza de la economía argentina ante la crisis financiera internacional y sus repercusiones en la actividad económica en la Ciudad de Buenos Aires”, la verdad es que se trató de un primer desembarco abierto de Zanini en el distrito porteño.

La flamante línea interna que a nivel local lidera Heredia –un histórico militante del PJ porteño que supo estar cerca de la ex titular del Pami, Matilde Menéndez-, fue bautizada como “Movimiento de Solidaridad Popular”, y su eje es una crítica abierta a la conducción de Alberto Fernández y sus pésimos resultados, que llevaron a perder al kirchnerismo, cuando ganaba en todo el país.