Creaurban invertirá u$s 180 millones para oficinas en Puerto Madero
La desarrolladora controlada por Calcaterra y el grupo Ghella planea desarrollar 24.000 metros cuadrados de oficinas en el dique 1, que contará con un paseo de compras y un hotel boutique.
El negocio de las oficinas se convirtió en la nueva estrella para las grandes desarrolladoras inmobiliarias. Ante el temor de que la crisis que vive el mercado de las viviendas en Estados Unidos y en España finalmente se traslade a la Argentina, cada vez más empresas del sector apuestan a los proyectos dirigidos al segmento corporativo.

Ahora, la última empresa que anunció su ingreso en el mercado es Creaurban, la desarrolladora controlada por la familia Calcaterra y el grupo italiano Ghella, que invertirá US$ 180 millones en un emprendimiento en Puerto Madero informó el diario La Nación.

El proyecto de Creaurban tendrá un eje puesto en las oficinas, aunque también incluirá una oferta comercial con un pequeño paseo de compras y un hotel boutique.

El complejo se levantará en el dique 1 de Puerto Madero, que hasta el momento está completamente deshabitado, en un terreno que pertenecía al grupo G&D. Creaurban se quedó con el predio a principios de año a cambio de US$ 40 millones.

Dentro de la cifra que pagaron los Calcaterra y sus socios italianos se incluyó una indemnización para los pequeños inversores que habían firmado los boletos de compra para las viviendas que planeaban levantar en el predio los antiguos dueños.

Para Creaurban se trata de su debut en el negocio de oficinas. La compañía nació en 1995 como una desarrolladora de Sideco, la constructora del grupo Macri, especializada en el rubro viviendas. En la actualidad, en la empresa reconocen que tienen en estudio proyectos para seguir creciendo en el negocio de oficinas, apuntando a la zona norte del Gran Buenos Aires.

"El proyecto en Puerto Madero comprende el desarrollo de 24.000 metros cuadrados de oficinas, que saldrán a la venta a un precio promedio de 3100 dólares por metro cuadrado", explicó Juan Garrone, presidente de Creaurban.

Reconversión comercial

El cambio de las viviendas por las oficinas es un paso que dio la mayoría de las grandes desarrolladoras inmobiliarias en los últimos meses. Las razones hay que buscarlas no sólo en la crisis que enfrenta el mercado residencial en varios países del Primer Mundo y el temor a un efecto contagio, sino también en factores internos como la falta de oferta de oficinas a estrenar en la Capital Federal y el norte del conurbano.

Entre las empresas que se anticiparon a los Calcaterra en este giro de negocios se incluyen el fondo de inversión Pegasus -que avanza con un proyecto de oficinas sobre Panamericana-; la desarrolladora GNVGroup, que ya completó la venta de una primera torre en el dique 1 de Puerto Madero e inició la construcción de una segunda; y el grupo inversor que preside Carlos de Narváez, que puso en marcha un proyecto que combina oficinas y desarrollos comerciales en Vicente López.
Noticias relacionadas

Caputo, el ganador de la lucha por la “Little Manhattan” de Puerto Madero

LPO
Por una ordenanza de Grosso el Dique 1 es el único lugar del barrio donde se pueden construir torres de 70 metros. Allí se vivió una lucha de poderes entre el Grupo Brito, el devidista Fernández Prieto y el grupo Farallon-G&D. Los tres se quedaron con parceles, pero finalmente, será el constructor macrista el que realice una obra de 275,3 millones.