08 de diciembre, 2024
Polémica por los adoquines porteños
El gobierno del PRO se enfrentó con varios grupos de vecinos de distintos barrios a raíz de los cambios en el adoquinado que era retirado o reemplazado. El presunto negocio detrás de las obras y la pelea interna del macrismo para decidir qué hacer con el tema.
Los vecinos comenzaron a alertar a la dirigencia política porteña. Luego la mismísima Elisa Carrió tomó el tema y denunció al gobierno porteño. Se trata del retiro (y venta ilegal en algunos casos) de adoquines, en especial en el Casco Histórico de San Telmo.
La preocupación por el tema llevó a que muchos porteños realizaran denuncias anónimas alertando de la situación, tanto en medios masivos de comunicación como en las asociaciones vecinales.
Por este motivo, la legisladora porteña de la Coalición Cívica, Teresa de Anchorena, realizó un pedido de informes para que el Ejecutivo dé explicaciones sobre el tema pero aún no tuvo respuesta.
Inclusive, ayer la Legislatura sancionó un proyecto de declaración para pedir una solución al conflicto suscitado a raíz del adoquinado, y fue acompañado por el kirchnerismo y el ibarrismo.
El conflicto del “adoquín”
Ahora bien, ¿de qué se trata el problema? Simple: los vecinos de varios barrios se resisten a que se levante el empedrado, en la zona pegada al cordón, para pavimentarlas.
Según creen, tal como se explicó, se está deteriorando o directamente eliminando parte del patrimonio histórico de la Ciudad y de la identidad de esos barrios.
Actualmente existen más de 4.000 cuadras (un 15% de la Capital Federal) con adoquines. En principio, en la cartera de Espacio Público que conduce Juan Pablo Piccardo piensan en “regenerar” el adoquinado. Claro que eso lleva un proceso muy caro que puede costar hasta tres veces más que el asfalto que suele utilizarse.
De todas formas, según pudo saber este medio, realizaron reformas sobre la calle Estados Unidos levantando el asfalto y reacomodando los adoquines. Lo mismo se hizo en varios tramos de la avenida De Los Incas, en Belgrano.
Pero no ocurrió lo mismo en la calle Defensa, donde habían comenzado a retirar los adoquines para pavimentar.
En el caso de Boulevard Olleros, cuando se anunció la remodelación los vecinos protestaron para que no se saquen adoquinos, luego de las quejas.
La propuesta del Ejecutivo
Como en varios proyectos, las competencias para trabajar en el tema no están del todo delimitadas. Por un lado, al tener a cargo el exitoso plan de bacheo, el Ministerio de Espacio Público tiene una parte y, por el otro, el Ministerio de Desarrollo Urbano, que conduce Daniel Chain.
Ni bien comenzada la gestión del macrismo, la idea que manejaban en Desarrollo Urbano era construir una serie de peatonales, como parte del plan “Prioridad Peatón”.
Por eso, en algunas calles se pensaba retirar los adoquines directamente. Sin embargo, desde la cartera de Espacio Público se pensó, por el contrario, en aumentar el adoquinado para imitar a grandes ciudades de Europa como Praga o Roma.
En este contexto, el director para el Casco Histórico Luis Grossman planteaba meses atrás: “Todo tiene que ser moderno”, y agregaba que una opción eran las baldosas, en consonancia con la cartera de Chain.
Luego, en Desarrollo Urbano cambiaron el proyecto y decidieron imitar a la calle Perú, donde hay adoquines, y baldosas al costado de la calle.
Claro que los nuevos adoquines poco tienen que ver con los históricos que se pueden ver por las calles de Buenos Aires que, algunos, pertenecen al siglo XIX. También, en el caso de San Telmo, se piensa en modernos faroles para cambiar los que llevan decenas de años en el barrio.
Las denuncias
Hay una enorme cantidad de denuncias, generalmente anónimas, que circulan por los medios de comunicación, inclusive que han llegado a este medio. Desde cartas de lectores, a mensajes, pasando por el “boca a boca”, los vecinos alertaron sobre la situación.
En prácticamente todos los casos, las versiones indican que los adoquines terminan en los countries, casas privadas o en el exterior, según el relato de varios lectores de LPO.
Entre otras cosas, por ejemplo, hay denuncias en la intersección de Loria e Independencia donde, hasta hace un mes, se robaban los adoquines y se los llevaban para revenderlos.
También, aparecieron versiones de que en un popular sitio de ventas on – line, se vendían adoquines de las históricas calles a 70,90 el metro cuadrado.
Otro lector apuntó que en Ecuador al 1500 arreglaron las cunetas y, al hacerlo, se retiraron los antiguos adoquines que revestían dichas cunetas.
La preocupación por el tema llevó a que muchos porteños realizaran denuncias anónimas alertando de la situación, tanto en medios masivos de comunicación como en las asociaciones vecinales.
Por este motivo, la legisladora porteña de la Coalición Cívica, Teresa de Anchorena, realizó un pedido de informes para que el Ejecutivo dé explicaciones sobre el tema pero aún no tuvo respuesta.
Inclusive, ayer la Legislatura sancionó un proyecto de declaración para pedir una solución al conflicto suscitado a raíz del adoquinado, y fue acompañado por el kirchnerismo y el ibarrismo.
El conflicto del “adoquín”
Ahora bien, ¿de qué se trata el problema? Simple: los vecinos de varios barrios se resisten a que se levante el empedrado, en la zona pegada al cordón, para pavimentarlas.
Según creen, tal como se explicó, se está deteriorando o directamente eliminando parte del patrimonio histórico de la Ciudad y de la identidad de esos barrios.
Actualmente existen más de 4.000 cuadras (un 15% de la Capital Federal) con adoquines. En principio, en la cartera de Espacio Público que conduce Juan Pablo Piccardo piensan en “regenerar” el adoquinado. Claro que eso lleva un proceso muy caro que puede costar hasta tres veces más que el asfalto que suele utilizarse.
De todas formas, según pudo saber este medio, realizaron reformas sobre la calle Estados Unidos levantando el asfalto y reacomodando los adoquines. Lo mismo se hizo en varios tramos de la avenida De Los Incas, en Belgrano.
Pero no ocurrió lo mismo en la calle Defensa, donde habían comenzado a retirar los adoquines para pavimentar.
En el caso de Boulevard Olleros, cuando se anunció la remodelación los vecinos protestaron para que no se saquen adoquinos, luego de las quejas.
La propuesta del Ejecutivo
Como en varios proyectos, las competencias para trabajar en el tema no están del todo delimitadas. Por un lado, al tener a cargo el exitoso plan de bacheo, el Ministerio de Espacio Público tiene una parte y, por el otro, el Ministerio de Desarrollo Urbano, que conduce Daniel Chain.
Ni bien comenzada la gestión del macrismo, la idea que manejaban en Desarrollo Urbano era construir una serie de peatonales, como parte del plan “Prioridad Peatón”.
Por eso, en algunas calles se pensaba retirar los adoquines directamente. Sin embargo, desde la cartera de Espacio Público se pensó, por el contrario, en aumentar el adoquinado para imitar a grandes ciudades de Europa como Praga o Roma.
En este contexto, el director para el Casco Histórico Luis Grossman planteaba meses atrás: “Todo tiene que ser moderno”, y agregaba que una opción eran las baldosas, en consonancia con la cartera de Chain.
Luego, en Desarrollo Urbano cambiaron el proyecto y decidieron imitar a la calle Perú, donde hay adoquines, y baldosas al costado de la calle.
Claro que los nuevos adoquines poco tienen que ver con los históricos que se pueden ver por las calles de Buenos Aires que, algunos, pertenecen al siglo XIX. También, en el caso de San Telmo, se piensa en modernos faroles para cambiar los que llevan decenas de años en el barrio.
Las denuncias
Hay una enorme cantidad de denuncias, generalmente anónimas, que circulan por los medios de comunicación, inclusive que han llegado a este medio. Desde cartas de lectores, a mensajes, pasando por el “boca a boca”, los vecinos alertaron sobre la situación.
En prácticamente todos los casos, las versiones indican que los adoquines terminan en los countries, casas privadas o en el exterior, según el relato de varios lectores de LPO.
Entre otras cosas, por ejemplo, hay denuncias en la intersección de Loria e Independencia donde, hasta hace un mes, se robaban los adoquines y se los llevaban para revenderlos.
También, aparecieron versiones de que en un popular sitio de ventas on – line, se vendían adoquines de las históricas calles a 70,90 el metro cuadrado.
Otro lector apuntó que en Ecuador al 1500 arreglaron las cunetas y, al hacerlo, se retiraron los antiguos adoquines que revestían dichas cunetas.
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