Elecciones 2019
Buscando a Néstor
Por Lucía Aisicoff
La candidatura de Alberto Fernández abre tensiones y desafíos en el corazón del kirchnerismo.

El 27 de octubre de 2010 se empezó a tejer un objetivo en algunos sectores del peronismo, que años más tarde se convertiría en obsesión: la necesidad de encontrar un nuevo Néstor Kirchner.

Varias veces creyeron verlo tapado en las provincias, en gobernadores lejanos, candidatos fugaces o intendentes ignotos. No querían mil flores, se hubieran conformado con una que jamás floreció. Cuando el escenario electoral de 2019 parecía resignarse una vez más a la grieta entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner, ella descolocó a todos y empoderó a Alberto Fernández.

Propuso un retorno a la transversalidad de la mano de los orígenes del Grupo Calafate. Arrancó un candidato de las entrañas del kirchnerismo para ofrecerlo a los propios, pero sobre todo a los esquivos. En su baño de humildad, ella también buscó a Néstor.

Cristina confiesa en su libro que no hay nada que extrañe más que discutir con él. Le hace falta ese interlocutor desafiante que -coinciden en el Instituto Patria- en los últimos tiempos parece haber encontrado en el ex jefe de Gabinete. Es que Fernández tiene la particularidad de nunca haber sido un súbdito de los Kirchner, sino un par, un socio. Un miembro fundador que se animó a pegar el portazo.

La ex Presidenta reconoció en Alberto la amplitud que su figura no ofrece. Eligió una fórmula para gobernar, asumiendo que antes podrá trasladarle sus votos para ganar. La cuenta parece sencilla: ella pone la Provincia, su bastión, mientras él intenta arriar a los gobernadores díscolos. A esos que festejaron la victoria del cordobés Juan Schiaretti en un país donde en una semana pasan años. El premio gordo sería integrar a Sergio Massa y darle el tiro de gracia a Alternativa Federal.

Fernández tiene la particularidad de nunca haber sido un súbdito de los Kirchner, sino un par, un socio. Un miembro fundador que se animó a pegar el portazo

Sin embargo, acaso el desafío más grande lo termine encontrando en la propia interna, donde su candidatura ya desata tensiones bastante previsibles. Fernández resurge del primer nestorismo que abandonó temprano. Antes de reconciliarse con la versión de Cristina herbívora, prefirió apostar por Massa en 2015 y por Florencio Randazzo en 2017. Su versatilidad divide las aguas.

Por un lado, muchos militantes de La Cámpora que acataron con aplausos la orden de militarlo, no ocultan que su lucha patriótica no será por él sino por Cristina. También lo dejó claro Juan Grabois, que se prepara para reeditar el "voto desgarrado" de los intelectuales de Carta Abierta a Daniel Scioli en 2015. Por otro lado, el perfil crítico que resulta su diferencial para captar votantes de otros espacios seguro le exigirá correr del centro a su compañera de fórmula y no hacerle el juego a Marcos Peña que busca instalar que "nada cambia".

La encrucijada de Alberto aparece porque su candidatura es, hasta ahora, sólo una apuesta osada. Una idea que puede derivar en éxito o en fracaso. No tiene voto propio, no tiene un electorado definido, no moviliza multitudes. Es un operador todoterreno, acostumbrado a moverse entre las sombras de los despachos y las luces de los estudios de televisión. Ahora, por primera vez, deberá salir a persuadir a su votante. Tendrá que conquistar a los moderados que quedaron desilusionados y huérfanos. Y, de ganar, deberá gobernar para todos ellos.

La potencia que puede tomar su candidatura no dependerá de muestras de sumisión o lealtad, sino de su capacidad para marcar la diferencia sin soltar a los propios. Transmitirles que la magnitud de la crisis demanda una dirigencia distinta. El reto del kirchnerismo duro será primero asimilar y después reflejar que el candidato esta vez no es el proyecto, tampoco es Cristina y mucho menos el pasado. El candidato es otro.

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  • 3
    alberto baru
    01/06/19
    07:17
    Linda periodista. Buena la nota, pero en Anfibia hubiera sonado mejor.
    Por supuesto, si uno mete las manos en el barro, se ensucia y también si las mete en dulce de leche, solo que en éste último te podes chupar los dedos.
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  • 2
    24/05/19
    19:33
    Que busque cajas fuertes, quizas lo encuentre
    Responder
  • 1
    biglebowsky
    20/05/19
    17:20
    por ahi...laqchica que escribe, leyo el libro. ya seria llamativo.
    todo lo demas...
    ya lo escuche y multiplicado en el fin de semana.
    una de las cosas que la señora consiguio, usando su canal de youtube. y mandandolo a las 6 de la matina de un sabado coincidiendo con la salida de los diariosa y antes del encendido de la tele... es que todo lo que uds escriben... ya no sirve.
    es viejo.
    ya lo dijeron otros. y antes.
    los medios son asi.
    notocias de ayer...
    next.
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