Històricamente, frente a toda crisis en Argentina siempre surge con potencia y determinación la solidaridad y el compromiso con el otro. Es solo uno de los rasgos positivos para destacar en un país acostumbrado a alumbrar solamente sus fracasos, donde muchas veces somos socializados bajo una implícita convicción de que nuestro país está condenado (o resignado) a fracasar. Mucho se habla del deterioro del tejido social, pero poco de la casi infinita capacidad de los argentinos de tender una mano cuando los tiempos apremian, asumiendo en el destino del otro una parte del propio. La cultura de la solidaridad, o más aún, de la corresponsabilidad, aflora también en estos momentos convulsos.

Estamos atravesando un tiempo inédito. Cambios de hábitos, costumbres y acciones que nos ponen en un lugar de replanteamiento permanentes acerca de hacia dónde vamos. El Covid-19 está arrasando, generando mucho dolor en el mundo e impactando fuertemente en la vida social y económica de los continentes. Argentina no es una excepción. Desde el primer día, como oposición responsable que somos, decidimos acompañar las distintas medidas adoptadas por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia, pero siempre puntualizando nuestras posturas acerca de determinados temas y planteos vinculados a la asistencia sanitaria y social, cuestiones económicas y otras relativas al cuidado y bienestar de los argentinos.

La cuestión social es determinante y delicada, donde vemos el aumento de la asistencia alimentaria en comedores y merenderos, pasando en todo el país de 8 millones de personas a 11 millones, y casi un 25% de los argentinos solicitando el Ingreso Familiar de Emergencia. A su vez, comienzan a emerger los nuevos pobres, trabajadores autónomos, cuentapropistas, pymes, independientes, despojados de sus ingresos habituales en el contexto de la pandemia, que no son usuarios habituales de las redes existentes de asistencia social. El panorama que se avizora va a requerir del compromiso de todos y de nuestra solidaridad más que nunca, para una reactivación productiva que también se piense sostenible.

Es en este marco donde desde Juntos por el Cambio proponemos crear la Red de Voluntariado Nacional, cuyo objetivo central es precisamente el de disponer de personas en los distintos ámbitos en donde se necesite asistencia sanitaria, social, logística, etc. Entendemos la importancia de acercar a los ciudadanos y en especial a la población de riesgo, toda la información necesaria con el objetivo de achatar la curva de contagio entre todos. Esta red de voluntariado podrá podrá darse de forma presencial en territorio o de forma remota, como por ejemplo lanzó el gobernador Rodolfo Suárez de Mendoza o el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el programa "Mayores Cuidados" de voluntariado para asistir a adultos mayores. Los ciudadanos podrían anotarse a través de un formulario de Voluntariado Social en la página argentina.gob.ar., la Autoridad de Aplicación creará un registro con dicha información. La misma sería puesta a disposición de las autoridades de Desarrollo Social de cada nivel de gobierno (Provincia y Municipios) que intervienen en el marco de la emergencia sanitaria nacional. Mayores cuidados

La pandemia del coronavirus (COVID-19) es una problemática a nivel mundial y de gran magnitud, por lo que requiere el aporte de cada uno de los ciudadanos. Es por esto que consideramos necesario el armado de la Red Nacional de Voluntariado, entendiendo a toda la sociedad civil como protagonista, incentivando la colaboración necesaria para disminuir los efectos de la pandemia, explorando los nuevos mecanismos de la participación ya sea in situ o a distancia.

A su vez, si bien consideramos que el armado de la Red de Voluntariado adquiere una urgencia y relevancia particular en la situación actual, creemos que contar con dicha Red es vital para el país independientemente del contexto actual. Contar con un registro de voluntarios oficial y nacional será de utilidad para todo tipo de actividades o situaciones en donde se requiera del aporte de los voluntarios, comenzando a trabajar en un "banco de tiempo" para que cada uno pueda ofrecer a la comunidad su disponibilidad, apoyándonos en la larga historia cooperativista de la Argentina.

Esperemos que el resto de las fuerzas acompañen esta iniciativa que no tiene otro fin que el de acompañar de la mejor forma a nuestros ciudadanos, a través de esta Red de Voluntariado, y canalizando la solidaridad de nuestra gente que, como Dios, también es argentina.