La economÃa española pueda estar "surfeando" el ciclo europeo, esto es, creciendo por encima de la media cuando es ascendente y cayendo más deprisa cuando se invierte la tendencia. |
Lo verdaderamente relevante del magnÃfico artÃculo publicado por Martin Wolf el pasado 18 de septiembre en el Financial Times (FT) -why rigged capitalism is damaging liberal democracy- es que certifica que, en el funcionamiento de nuestro sistema económico, lo que hace poco tiempo era considerado extraordinario, o que ni siquiera era asumido, ahora es el "nuevo normal". Un insostenible nuevo consenso económico que debilita y amenaza la democracia liberal
Martin Wolf respalda su inquietante catálogo de realidades citando algunos de los más recientes trabajos que corroboran esta realidad -Furman, Helpman, Cecchetti y Kharroubi, Reinhart y Rogoff, Hargreaves...-que, en grandes lÃneas, es la siguiente: extracción de rentas por las élites, financiarización de una economÃa cada vez menos "real" hasta el punto de convertirse en una carga para el crecimiento, injustificado crecimiento de los ingresos de los altos ejecutivos, generalización de la desigualdad en parámetros "latinoamericanos", estancamiento de la productividad, aumento de la concentración de los mercados y baja competitividad blindando las rentas monopolÃsticas, descapitalización del Estado por la destrucción de la base fiscal, evasión y descontrol de los paraÃsos fiscales donde se refugian los más ricos y las grandes corporaciones -más cuanto mayor es su grado de concentración y su componente "digital" y/o de plataforma, aprovechándose de bienes públicos a los que apenas contribuyen a mantener-, aumento de las externalidades de las "economÃas de la aglomeración" que disparan las diferencia entre las grandes zonas urbanas y el resto, y la generalización de falsas respuestas basadas en argumentos populistas e "iliberales" que culpan a la inmigración o al comercio de esa preocupante realidad provocada por otros factores.
En realidad no hay nada nuevo en su enumeración de amenazas a la democracia liberal, a nuestro modo de vida. Todas vienen siendo señaladas desde hace tiempo, décadas incluso. Lo que hace su artÃculo excepcional es que lo que hasta hace poco tiempo eran consideradas por el periódico financiero más prestigioso del mundo como opiniones ideológicas o crÃticas infundadas, ahora son norma, monopolizan su portada, y comienzan a flitrarse en su lÃnea editorial.
Con todo, es difÃcil definir prioridades más relevantes que éstas. Saliendo del espacio estrictamente económico y financiero al que Martin Wolf se ciñe, sólo falta añadir la amenaza climática y reforzar la amenaza "iliberal" que provoca todo tipo de populismo. Sin sostenibilidad ambiental y democrática no habrá futuro de prosperidad.
Al mismo tiempo, en un marco de ralentización general de la economÃa global provocado por diferentes razones -cÃclicas, incertidumbre geopolÃtica, guerra comercial y tecnológica...- la rebaja por el Banco de España de una tacada de 4 décimas de crecimiento del PIB para este año no es algo habitual -y otras 2 décimas para 2020 y 3 para 2021-, y hace temer que una vez más la economÃa española pueda estar "surfeando" el ciclo europeo, esto es, creciendo por encima de la media cuando es ascendente y cayendo más deprisa que el resto cuando se invierte la tendencia.
La secular sobre-reacción española del consumo interno, la caÃda de la inversión y la reducción del ritmo de creación de empleo, la inexistencia de margen fiscal para poder hacer frente a las dificultades que puedan surgir como esta semana advertÃan la Comisión Europea y el FMI, el estancamiento de Alemania -incluso recesión- y de la UE, obligan a tomar decisiones ya. No debemos olvidar que prácticamente hemos desperdiciado todos los años de crecimiento del ciclo sin hacer las reformas que la economÃa necesita -o haciendo las contrarias- para poder hacer frente al listado de amenazas que Martin Wolf nos ha vuelto a recordar y que conforman el mejor programa polÃtico imaginable.
Algunos de estos retos exigen actuaciones de dimensión europea, ya sea desde la Unión o desde la zona euro -en materia de digitalización, transformación tecnológica y transición energética-, y en España un gobierno estable con las ideas claras.
Asumir el nuevo marco económico exige poder reconocer los nuevos riesgos antes de actuar, y ya es tarde para algunos de ellos. En España ni siquiera pudimos establecer un diagnóstico compartido de las causas que generaron la crisis de 2008, y ahora nos desangramos en debates estériles que debilitan aún más nuestras instituciones y nuestra democracia. En nuestro paÃs, además, padecemos las consecuencia de nuestros particulares problemas de competitividad, educativos, de insuficiente innovación y carencia tecnológica, que a la postre condicionan nuestra productividad y baja calidad de empleo.
Vivimos en el tiempo del Brexit y el populismo, de grandes incertidumbres geopolÃticas globales, del debilitamiento del multilateralismo, de guerras tecnológicas, comerciales y también de ofensivas contra el sistema de democracia liberal y economÃa social de mercado desconocidas desde hace casi un siglo. Lo extraordinario del artÃculo de Martin Wolf en el FT es que desde su inmensa autoridad eleva a categorÃa de normal lo que hasta ahora formaba parte de una visión crÃtica de nuestro sistema polÃtico. Aún estamos a tiempo para evitar sus peores consecuencias.
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