Los lazos en asuntos de seguridad son una exigencia de alineamiento con las naciones más avanzadas, como antesala de los económicos y tecnológicos.
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Nuestro paÃs sigue poniéndose en modo internacional y construyendo puentes. Barack Obama vino a la Argentina en 2016. Semanas atrás vino nada menos que el vicepresidente Mike Pence. Meses atrás nos visitó la Primer Ministro alemana Angela Merkel. El presidente argentino también realizó importantes visitas oficiales: se reunió con Xi Jinping para potenciar sus relaciones con China y luego fue recibido en Tokio por Shinzo Abe. Este martes vino a nuestro paÃs el primer ministro israelÃ, Benjamin Netanyahu. Es la primera vez que un mandatario de ese paÃs visita la Argentina.
Ahora bien: los puentes bilaterales, si se construyen, deben ser de ida y de vuelta. Quien crea que las relaciones diplomáticas en estos niveles son meros rituales protocolares se equivoca. Los encuentros son instancias de negociación que incluye a los gobiernos pero que, en tiempos de globalización, ya no puede desoÃr a los sectores más dinámicos de la economÃa. Cada cumbre puede ser, también, un tira y afloja de reclamos, recriminaciones y tensas negociaciones.
Pence vino con la agenda de su paÃs centrada, para la región, en la cuestión de Venezuela. Japón le pidió a nuestro paÃs que garantice la seguridad jurÃdica a sus empresas. La visita de la primer ministro germana tal vez haya sido el primer paso para las relaciones UE-Mercosur, asà como un buen antecedente para un posible ingreso de Argentina en el privilegiado cÃrculo de paÃses de la OCDE.
Pero Merkel no tuvo reparos en condicionar la relación entre ambos paÃses a que nuestro paÃs le dé garantÃas de que ha dejado atrás el estilo proteccionista y confrontativo de la administración anterior, y de que está dispuesto a sostener, en el largo plazo, las reformas de libre mercado en nuestro paÃs.
Hubo un pedido especÃfico del mandatario israelÃ, que, naturalmente, pone condiciones a los futuros lazos entre nuestras naciones: "debemos combatir el terrorismo siempre y debemos hacerlo juntos". En otras palabras, Israel nos pide que reafirmemos, sin dudarlo, la alianza de Argentina con Occidente. Los lazos en asuntos de seguridad son, pues, una exigencia de alineamiento con las naciones más avanzadas como antesala de los lazos económicos y tecnológicos.
Hablar de las startups israelÃes y de su intensa labor en el campo de la innovación tecnológica nos exigirá dedicar al tema un nuevo artÃculo. Se puede decir, a modo de sÃntesis, que el perfil complementario que muchos señalan entre las economÃas de Argentina -de perfil agroexportador- e Israel -artÃfice de un milagro económico vinculado a la innovación en tecnologÃa- podrÃa hacer posible una relación bilateral de enorme importancia para ambos paÃses.
De más está decir que la mayor garantÃa para la cooperación está en los profundos lazos entre la mayor comunidad judÃa en América del sur -la quinta a nivel mundial, después de Israel- y una verdadera potencia de Oriente Próximo que en pocos años ha transformado el desierto en una verdadera sucursal de Sillicon Valley.
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Ramses.