Los tres niveles de gobierno se han olvidado de la inseguridad en la ciudad de Rosario. La escalada de la violencia, las continuas balaceras y los incesantes homicidios parecen no hacer reaccionar ni a Nación, ni a Provincia, ni a la Municipalidad, que hoy les dan la espalda a los ciudadanos, con una indiferencia espeluznante. Porque mientras quienes tienen a cargo la gestión fijan sus propias prioridades en base a una realidad paralela en la que viven, todos los días, literalmente, tenemos feroces hechos delictivos en Rosario que se cobran heridos y/o vidas, muchas de ellas de personas menores de edad.

La máxima expresión de esta muestra de pereza gubernamental es la incomprensible actitud del ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, de no concurrir a la Legislatura provincial si no le habilitan la presencia de los medios de prensa durante su comparecencia. Un capricho propio de alguien que ha dado sobradas exhibiciones de show, más que de gestión desde que asumió, hace poco más de un año.

Nosotros, como oposición, varias veces nos hemos puesto a disposición del ministro para trabajar mancomunadamente, incluso ofreciendo los equipos técnicos de la exministra de la Nación Patricia Bullrich, que, durante su mandato, logró desbaratar bandas de narcotraficantes y bajar la media nacional de homicidios, siendo Argentina únicamente superada por Chile a nivel latinoamericano. Pero, lamentablemente, la soberbia y el cinismo del ministro Saín fueron más que su sentido de sensatez y no sólo descartó tal ofrecimiento, sino que además ninguneó la propuesta, como si este problema gravísimo -que se le está escapando de las manos- lo tuviera, al menos, encaminado.

Si bien obviamente la inseguridad y la violencia en Santa Fe no nacieron en diciembre del 2019 con el gobierno de Omar Perotti, es claro que el combo Socialismo-Kirchnerismo a nuestra provincia le ha hecho demasiado daño, con gestiones en Seguridad que no han estado a la altura de las circunstancias hasta el momento, mientras el pueblo santafesino vive aterrado por el ascenso de la criminalidad y el narcotráfico.

Por otra parte, también está a la vista la escasa o nula coordinación entre Nación y Provincia, sinergia que mermó en su momento por la irrupción de la pandemia, pero que hoy ya no admite pretextos para no ejecutarla de una manera eficiente. Pero a la ministra Frederic parece que no le llegan las noticias de Rosario o quizá tiene la orden de gestionar únicamente para la provincia de Buenos Aires. Cualquiera de las dos opciones no sorprende, teniendo en cuenta que el federalismo nunca fue una materia aprobada por el Kirchnerismo en ninguna de las áreas de gobierno.

Lo que sí sorprende es la inacción del gobierno municipal de Rosario. Porque, aunque es cierto que carece de fuerzas policiales en su administración, sí está en sus competencias todo lo relacionado a la mejora de los espacios públicos, sea con iluminación, poda y escamonda, limpieza, renovación del mobiliario urbano y limpieza, entre otras tareas, de manera de -en lo que se conoce como "teoría de las ventanas rotas"- contribuir a disminuir el delito en varias zonas de la ciudad en las que hoy abunda.

Por estos motivos, que se podrían resumir en dejadez o, nuevamente, indiferencia de los tres niveles de gobierno, es que considero que Rosario hoy es una ciudad liberada para el crimen y el narcotráfico, por lo que pedimos por la urgente acción y coordinación entre Nación, Provincia y Municipio, y nos volvemos a poner a disposición desde Juntos por el Cambio para trabajar en conjunto en la búsqueda de una paz y un orden que, hasta ahora, solo han quedado en un eslogan de campaña política.