La Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el jueves la actualización del informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, que relevó que en el primer trimestre 1.400.000 personas cayeron en la pobreza, y advirtió al Gobierno sobre la falta de medidas de protección para los sectores más vulnerables.

Los datos sobre la pobreza en el primer trimestre ya habían sido difundidos en abril por la UCA, pero volvieron a ser destacados en la presentación del informe completo realizada el jueves por el director del Observatorio, Agustín Salvia, y el rector de la universidad,  monseñor Víctor Fernández, un hombre muy cercano al Papa Francisco.

El informe determinó que entre diciembre de 2015 y abril de este año la tasa de pobreza ascendió de 29 a 32,6 por ciento de la población, lo que implica 1,4 millones de nuevos pobres, mientras el nivel de indigencia trepó en ese lapso de 5,3 a 6,2 por ciento, equivalente a un total de 400 mil personas.

Salvia advirtió que hay "4,4 millones de personas que viven en hogares donde hay riesgo de padecer hambre". "Una disminución significativa de los niveles de pobreza solo tendrá lugar por efecto de un conjunto de factores, como caída de la inflación, recuperación del crecimiento, mejora del escenario laboral y el incremento de la inversión social equitativamente distribuida", agregó.

En el informe, se advierte además que la creación de 1,4 millones de nuevos pobres es consecuencia de medidas del gobierno y llama la atención sobre la falta de protección. Pero también lo hace sobre las consecuencias de la imparable inflación. 

"El mayor riesgo social no sólo lo están experimentando los segmentos de la población más vulnerables, que dependen de la ayuda social, sino también los millones de hogares que fundan su subsistencia en trabajos precarios, pequeños comercios y trabajadores eventuales", sostiene el trabajo. Son sectores que "no han sido objeto de una especial protección social frente a la actual fase de caída del consumo, el aumento de los precios y el mayor riesgo de despido o caída de la actividad". 

El informe señala que esos "nuevos pobres (...) emergen de medidas normalizadoras adoptadas por el actual gobierno". "Es factible que el Gobierno necesite ganar tiempo para que la economía comience a crecer y para generar confianza en que un futuro distinto es posible; sin embargo, muy poco se logrará al respecto si durante este duro tránsito no hay una distribución socialmente más equitativa de los costos del ajuste y de los recursos disponibles", agrega.

Uno de los panelistas que participó de la presentación del informe, fue el ex viceministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, que alertó que "estamos ante emergencia nutricional". El dirigente massista reflexionó que los distintos gobiernos democráticos "han intentado un sistema de protección social" pero "si tenemos 32 por ciento de pobreza, es claro que hay un problema de función de la economía".