El traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, anunciado en enero, se materializó hace tan solo 20 días y el gobierno porteño ya paga los sueldos de los efectivos trasladados, aunque el proceso que iba a demandar un año tiene algunos obstáculos.
El pase definitivo se demora puesto que se deben enviar a la Legislatura la Ley de seguridad pública que equipare los sueldos de los efectivos de la Federal y la Metropolitana, y la ley orgánica de la nueva fuerza.
Según confirmaron desde el gobierno de la Ciudad a LPO, el Ejecutivo todavía no mandó el proyecto a Legislatura y tampoco se sabe cuando lo hará.
Durante las campañas del año pasado, Mauricio Macri y Horacio Rodriguez Larreta prometieron que la ciudad de Buenos Aires volvería a ser una de las más seguras del mundo. Para esto, prometían traspasar la Federal.
Una vez que asumió la presidencia, Macri se apresuró en anunciar el traspaso, que se retrasó por las complicaciones que generó la fuga de los hermanos Lanatta y Victor Schillachi.
A su vez, le pidió al jefe de gobierno porteño volver a tener estadísticas públicas claras y confiables y aseguró que la suma de capacidades existentes en la ciudad, sumado a la coordinación de efectos dará resultados concretos para que la gente esté mejor.
El primer paso fue el 18 de enero cuando la Legislatura porteña, en sesión extraordinaria, aprobó el proyecto presentado por el Ejecutivo con 39 votos a favor, 3 en contra y 11 abstenciones. El Convenio de Transferencia Progresiva contempla que el traspaso sea progresivo y gradual. Desde el Gobierno porteño, pronosticaron que para el 31 de diciembre ya se debería haber concretado.
Faltaba disponer la cantidad exacta de hombres y las áreas que pasarían al mando de Capital Federal. Se hablaron de distintas cantidades de efectivos. Finalmente, según confirmaron fuentes policiales, se traspasaron 18.430 y para fin de año se sumarían otros 1.067 cuando la previsión inicial, a fines del año pasado, hablaba de 20.248 hombres, un 3,71% menos. Los policías pasarán con el armamento correspondiente.
El jefe de gobierno aseguró a principio de este año que el costo económico del traspaso era neutro, “nadie gana ni pierde un peso. Lo que gasta hoy la Policía Federal pasa a la ciudad” aclaró entonces. Sin embargo, el Presidente aumentó por decreto la coparticipación de la ciudad de Buenos Aires de 1,4 a 3,7 por ciento, es decir, el distrito pasaría a recibir un extra 17 mil millones de pesos, ya que tendrá que mantener las 54 comisarías y los 19 mil agentes transferidos, además de los efectivos pertenecientes a Infantería, Policía Científica e Investigaciones, que serán capacitados para fin de año por el Gobierno nacional.
El decreto provocó críticas de la oposición y Macri debió corregirlo, pero no aclaró cuanto le cuesta al gobierno de la Ciudad mantener la Superintendencia Metropolitana con el personal transferido, como se le pidió que hiciera.
La conducción
En cuanto al comando político de las dos policías, la lógica indica que será el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martin Ocampo y el superintendente de seguridad metropolitana, Calviño, quienes estén a cargo, aunque quien tiene una fuerte injerencia entre las sombras es Daniel Angelici.
El presidente de Boca y el ministro Ocampo, reconocen una amistad de muchos años y con el responsable de la Federal en la Ciudad, Angelici mantiene una relación estrecha a partir de los operativos de seguridad en los partidos del club, por lo cual también tiene influencia en la parte operativa.
La superintendencia de Seguridad Metropolitana, área que pasará al mando total de la Ciudad, tiene a cargo todas las operaciones que refieren a delitos no federales, las 54 comisarías, Infantería Montada, el comando radioeléctrico y la seguridad en espectáculos deportivos, entre otras dependencias.
Como explicó LPO, aunque se unificaran, la idea es que se mantenga la doble jefatura de las fuerzas, una a cargo de Guillermo Calviño y Metropolitana de Horacio Giménez.
Por otro lado, aunque el vicejefe de gobierno, Santilli dijo, tras reclamos de la oposición por falta de información, que el traspaso está en la fase final, todavía hay temas inconclusos.
Además de la falta de la ley de seguridad pública que equipare los sueldos de ambas fuerzas y la ley organica propia de la nueva fuerza, no está claro que harán con las custodias adicionales, un virtual segundo sueldo para los efectivos policiales, que la Metropolitana no puede hacer.
Otra cuestión sobre la que el gobierno aún no brindó información es quién estará a cargo de la formación de los nuevos aspirantes a la nueva policía.
Reparos en Nación
El traspaso generó cortocircuitos en más de una ocasión entre el gobierno de Larreta y el ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Desde el Gobierno nacional reconocen que la Ciudad se quiso “apurar” por una decisión política para el traspaso y si bien los efectivos fueron trasladados en su mayoría, el gobierno porteño aún no cuenta con la capacidad política para controlar el traspaso ni la nueva fuerza.
Fuentes del Ministerio de Seguridad nacional aseguraron a LPO que hay otros tres factores que complican el pase.
Por un lado, existe un problema en el tema de horas laborales. La metropolitana trabaja 8hs por día y la federal 6hs. Además, un agente de esta última podía ser enviado a cualquiera de las 23 provincias un año por un sueldo mayor, trabajar 12 horas en un día y en lugar de 22 días de trabajo, tener 11 y volver a su provincia. Con el cambio de administración, los agentes pierden la potestad de hacer 12 horas en un día y trabajar menos días al mes.
El traspaso de recursos tampoco es fácil. El pase de personal ya es un hecho (también genera conflictos ya que de 45 mil efectivos se trasladan 19.497) pero no es lo único, deben trasladarse las 54 comisarías, autos, helicópteros, edificios; esto significa que algunas áreas deberían achicar la caja. Desde el Gobierno nacional aseguran que esto último no se concretó, aunque fuentes del gobierno porteño anticiparon a LPO que se el traslado de las comisarías y los vehículos se concretó hace 20 días.
Como último punto, asumen que el convenio fue muy genérico, puesto que lo único que aclara este es el pase de la superintendencia pero no aclara qué se traslada específicamente. Esto hace que se generen confusiones sobre quien realiza la administración de la fuerza federal durante la transición, porque al no ser una institución completa la que se traslada, no queda claro a quién responde la parte que se transfiere.
A pesar de todo, en ambas administraciones aseguran que hay voluntad política y que aunque sea un camino muy difícil, todavía hay 5 meses por delante y confían que el proceso se terminará a tiempo.
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AHORA NO PUEDEN CULPAR A NADIE YA NO HAY EXCUSAS. GOBIERNAN LA NACIÓN Y LA CIUDAD.........