El miércoles a la noche, un día después de decir que las adolescentes se embarazan para cobrar planes sociales, el diputado radical Julián Dindart participó de la reunión del interbloque Cambiemos, sin que nadie le pidiera explicaciones.

A sus correligionarios ni siquiera les pareció oportuno aclararle que el presidente de una comisión no puede echar a los asesores y periodistas porque se le ocurra, porque el Congreso es un ámbito público por naturaleza.

Tan alejado a la democracia estaba Dindart, que en la fatídica reunión del bloque debieron explicarle que en el Congreso cualquier decisión se toma por mayoría y que no se puede accionar penalmente a otros legisladores por sus opiniones. No lo sabía.

Sus años como ministro de Salud de Corrientes no lo obligaron a aprender esos protocolos. “Era autoritario y nunca le cayó bien a nadie. Pero (el gobernador Ricardo) Colombi siempre lo protegió”, cuentan en el radicalismo local.

Como ya es habitual antes de cada sesión, la reunión del interbloque Cambiemos la monopolizó Silvia Lospennato, la diputada del PRO que sigue la agenda de la Cámara, con diálogo permanente con Emilio Monzó.

Dindart escuchó en silencio, aun cuando unas horas antes su renuncia a la Comisión de Familia había sido adelantada en radio por Eduardo Amadeo. Nadie hizo mención al tema.

Ayer, poco antes de la sesión, el polémico correntino le confirmó a Mario Negri y Jorge D’Agostino (presidente y secretario general del bloque UCR) que no quería coordinar más proyectos sobre madres e hijos.

Su salida fue reclamada en las sesiones de esta semana. En el Senado, el miércoles la correntina Ana Almirón, de La Cámpora, aclaró que en esa provincia no piensan todos igual y pidió desplazar a su coterráneo.

“He escuchado a muchos legisladores hablar muy bien de la Asignación Universal por Hijo. Así que me extraña que tengamos como presidente de esa comisión de la Cámara de Diputados a alguien así”, desafió.

En Diputados pidió una cuestión de privilegio Soledad Sosa, del Frente de Izquierda, presente en la fatídica reunión de la Comisión de Familia.

“Dindart tuvo la actitud autoritaria y bochornosa de echar a periodistas y asesores”, calificó la mendocina y dijo que su concepto de embarazo adolescente marca la “orientación social que tiene este Gobierno”.

El correntino escuchó desde su banca, no se defendió y nadie de su bloque lo hizo por él. “Nuestra respuesta es que ya no preside la comisión de familia”, le respondió a LPO D’agostino.

La sucesión

El problema de la UCR es que el PRO no le garantiza su reemplazo, porque en definitiva fue la torpeza de uno de sus diputados dejó la vacante.

Sin embargo, como relató LPO, ninguna de las diputadas macristas, como Yanina Gayol y Samanta Acerenza, se alarmó cuando Dindart habló de adolescentes que se embarazan para cobrar planes y menos al ver que quería desalojar la sala como patrón de estancia.

La única oficialista que le puso fue la radical Carla Carrizo, mientras que Amadeo quiso ayudarlo a vaciar la sala, pero cuando todo se desmadró abandonó la reunión y al otro día enterró a Dindart por radio.

Hasta el jueves, Carrizo parecía la más indicada para presidir Familia, pero no sería la elegida, porque está al frente de Modernización del Estado y la idea de Neri y D’agostino es que nadie lidere dos Comisiones.

El plan de la UCR es que Dindart intercambie una vocalía de otra comisión por un correligionario que asuma como presidente de Familia. Pero deberán tener el aval del macrismo puro, que no imaginaba tener este problema.

Otro dilema será si el oficialismo concede el pedido de Victoria Donda (Libres del Sur) y divide la Comisión en Familia y Mujer, con dos autoridades y temarios diferentes. Es el momento oportuno para cambiar.