Carlos Mahiques renunció a su cargo de ministro de Justicia del gobierno de María Eugenia Vidal, y será reemplazado por el ex diputado denarvaísta y actual Asesor General del gobierno bonaerense, Gustavo Ferrari.

Según informó la Gobernación, la dimisión de Mahiques se debe a que retornará a su cargo de juez de la Cámara Nacional de Casación Penal. "La inminencia del vencimiento, el próximo 10 de junio, del plazo de la licencia otorgada por el Poder Judicial de la Nación me persuaden de la necesidad de retomar la función a la que me he dedicado más de cuarenta años de mi vida", sostuvo el ex funcionario en una carta a Vidal.

LPO había adelantado en marzo que Mahiques analizaba dejar la cartera provincial y volver a Casación, frustrado por una presunta promesa incumplida de reemplazar a María Del Carmen Falbo al frente de la Procuración de la Suprema Corte de Justicia. 

Esa promesa (frustrada por las urgencias del gobierno en otros temas) habría sido realizada por Daniel "Tano" Angelici, el operador judicial del PRO que impulsó la designación de Mahiques en el Ministerio de Justicia bonaerense. El presidente de Boca también logró poner al hijo del ahora ex ministro, Juan Bautista Mahiques, como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura nacional. Su hermano Ignacio fue designado hace poco como fiscal en la investigación contra Cristina y Máximo Kirchner por el caso Hotesur.

De Narváez saluda a Ferrari, el día de su asunción como funcionario sciolista

AG La Plata

De todos modos, no es una derrota completa para Angelici ya que el sucesor de Mahíques será Gustavo Ferrari, un hombre que en los últimos tiempos se acercó y mucho al Tano. De hecho, Angelici lo eligió como Secretario General de la Comisión Directiva de Boca, un cargo clave en el manejo del club.

Ferrari fue uno de los hombres más cercanos a Francisco De Narváez, a quien acompañó en cada paso en el Congreso de la Nación. Con la caída en desgracia del Colorado, Ferrari fue parte del acuerdo con Daniel Scioli para incorporar a sus dirigentes al gobierno bonaerense. El ex motonauta lo designó Asesor General del gobierno, cargo en el que lo mantuvo Vidal.

Una gestión complicada

En la carta que envió a Vidal, Mahiques destacó que durante su gestión "sentamos las bases para la impostergable reforma del Servicio Penitenciario bonaerense", aunque quizás será más recordado por sufrir la fuga del penal de General Alvear de los autores del triple crimen, lo que desató la primera crisis fuerte del gobierno de Vidal. Una de las medidas inmediatas de la gobernadora fue correrlo del manejo de esa situación.

Ese fue el primer traspié de Mahiques, que quedó en evidencia por haber mantenido al frente del Servicio Penitenciario a funcionarios de la gestión de Scioli, que debían ser los encargados de evitar ese tipo de situaciones. La fuga evidenció que Mahiques nunca había ratificado en el cargo a la jefa del SPB, María Florencia Piermarini (nombrada por Scioli), por lo que el sistema penitenciario estaba en una suerte de acefalía.

Mahiques tampoco removió al entonces subsecretario de Política Criminal, César Albarracín, hombre del riñón de Ricardo Casal y señalado como el jefe en los hechos del SPB. Para colmo, tampoco frenó el trámite para que Albarracín se convierta en fiscal adjunto ante el Tribunal de Casación Penal, una maniobra que sólo fue frenada a partir del escándalo de la fuga.

Mahiques sonríe junto a Juani Ustarroz, el hermano de Wado de Pedro

Como si fuera poco, LPO reveló los nexos de Mahiques y su familia con uno de los popes de La Cámpora, el diputado Eduardo De Pedro. El juez y Wado son de Mercedes y tienen una amistad que trasciende la grieta política. También el camporista es amigo de Juan Bautista, funcionario del gobierno de Macri. De hecho, Mahiques padre tuvo varios gestos con el intendente mercedino, Juan Ustarroz, hermano de crianza de De Pedro. 

Uno de los temas que también marcó a Mahiques fue que en el gobierno de Vidal generó preocupación que no se generó un lazo cercano con el Poder Judicial, al menos en los primeros meses. Esa preocupación saltó por la detención por corrupción de un funcionario de Mar del Plata, un hecho que golpeó al gobierno provincial por la sospecha de "un vuelto" judicial. 

Después de ese episodio, uno de los encargados de construir el vínculo con el Poder Judicial habría sido el propio Ferrari.