La Sala Dos de la Cámara Federal porteña rechazó la recusación contra el juez Claudio Bonadio y lo ratificó al frente de la causa por presuntas irregularidades en la venta del dólar futuro, por las que mañana indagará a Cristina Kirchner.

La decisión fue tomada de forma unánime por los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, quienes sostuvieron que los argumentos para la recusación "no poseen la entidad suficiente como para sostener" que se lesiona el derecho de los imputados.

La recusación contra Bonadio había sido presentada por el director del Banco Central Pedro Biscay, también imputado en la causa, por supuesta "falta de imparcialidad" y desigualdad en el trato con los partes, debido a que el magistrado "puso obstáculos" para que acceda al expediente.

El abogado de Biscay, Alejandro Rúa, planteó ayer en la audiencia con los camaristas que como parte actuante en la causa sufrió "desigualdad" y "trato dispar" en comparación con el fiscal Eduardo Taiano. "El acceso al fiscal es inmediato", se quejó Rúa.

Más allá del rechazo de la recusación, los camaristas también advirtieron a Bonadio sobre su desempeño en la causa. En la resolución, señalan que los argumentos presentados por Biscay sobre la limitación del acceso a los expedientes por parte de Bonadio "han sido una constante a través de los años" y ya fueron rechazados por la Cámara "en numerosas oportunidades". De todos modos, aclaran que eso "no puede entenderse como indicio de la existencia" de imparcialidad.

A continuación, los camaristas cuestionan que "el celo investigativo" de Bonadio "sólo está generando dispendios innecesarios que repercuten negativamente" en la causa. Para finalizar, recomiendan al juez que "procure otorgar una rápida y regular respuesta a los requerimientos que se le formulen y notifique sus decisiones en debido tiempo y forma, evitando generar en el ánimo de las partes incertidumbre en torno al lugar desde el cual ejerce su función".

Las presiones

La decisión de la Sala Dos de la Cámara Federal porteña se da después de días de presiones cruzadas en torno a la causa del dólar futuro y en medio de la preocupación que genera en el Gobierno la movilización que prepara el kirchnerismo para acompañar a Cristina a su declaración indagatoria. 

LPO explicó ayer que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y el ministro de Justicia, Germán Garavano, estaban moviendo hilos en Comodoro Py para tratar de forzar a los camaristas a correr a Bonadio de la causa y evitar la declaración de Cristina. 

A cambio, se especulaba con la posibilidad de sacarle a Daniel Rafecas la causa Hotesur y dársela a Julián Ercolini, el juez que acaba de meter preso a Ricardo Jaime y que se muestra más dispuesto a avanzar en las causas de corrupción. Rafecas tiene virtualmente frenada la investigación por las irregularidades en los hoteles de la Presidenta.

En el Gobierno y un sector de la Justicia creen que esta investigación tiene poco sustento y hay escasos argumentos para avanzar contra Cristina, por lo que consideran que tarde o temprano quedará en la nada, al menos la acusación contra la ex Presidenta. 

Ante la preocupación por la movilización que prepara para mañana el kirchnerismo duro -acompañado de un sector importante del peronismo-, en la Rosada hay quienes creían conveniente evitar que Cristina haga una demostración de fuerza contundente. Sobre todo teniendo en cuenta que enfrenta investigaciones más complejas, como la de Hotesur y la de la Ruta del Dinero K.

A tal punto el escenario parece más conveniente para Cristina -aún teniendo que enfrentar su primera indagatoria- que para el Gobierno, que en el kirchnerismo habían avisado esta mañana que si la Cámara desplazaba a Bonadio, igual harían la movilización a los tribunales federales.