Esteban Bullrich podrÃa ser candidato a senador por la provincia de Buenos Aires el año próximo, cuando Mauricio Macri afronte su primera elección legislativa como presidente, con la obligación de salir bien parado en las provincias más grandes.
Buenos Aires es sin dudas la vidriera de los comicios de medio término y a Cambiemos no le sobran candidatos. Uno de los que se postula es Jorge Macri, intendente de Vicente López, de aceptable recepción en las encuestas y con la ventaja del apellido.
Pero el primo del presidente mantiene una tensa relación con MarÃa Eugenia Vidal, quien no lo dejó mechar su gente en el gabinete bonaerense.
Vidal cerró la administración en su cÃrculo de confianza y en dirigentes cercanos a Horacio RodrÃguez Larreta, acaso su principal aliado polÃtico. SE apoyó además en su acuerdo con Sergio Massa, beneficiado nada menos que con la presidencia de la fructÃfera Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, donde recayó el economista Jorge Sarghini.
Los más enojados por la generosa concesión fueron Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, a cargo de negociar a diario con legisladores, gobernadores e intendentes y artÃfices del éxito parlamentario de Macri en el acuerdo con los holdouts.
Asociados, el presidente de la Cámara de Diputados y el ministro del Interior son los que le echaron el ojo al ministro de Educación como carta electoral para la provincia de Buenos Aires.
Preparado para la ocasión, hace dos años Bullrich registró domicilio en JunÃn, donde reside su familia polÃtica. Sus promotores ya hablan de una presentación en el Conurbano, que supo caminar durante la última campaña.
En la Casa Rosada aseguran que el ministro de Educación alcanza un 40% de nivel de conocimiento en Buenos Aires, donde se colgó una medalla valiosa: Por primera vez en 5 años empezaron las clases en fecha y por gestión del Gobierno nacional. Como premio, fue el único ministro nombrado por Macri en la apertura de sesiones.
El inesperado obstáculo para Bullrich es RodrÃguez Larreta, ansioso por conseguir un candidato que le garantice un triunfo en las legislativas porteñas.
Una derrota le puede costar caro: Además de quedar mal parado para 2019 transcurrirÃa sus últimos dos años de mandato con una minorÃa en la Legislatura porteña, donde la semana pasada tuvo su primer traspié, cuando no logró conseguir los votos para aprobar la creación de una Agencia que le permita vender inmuebles ociosos de la ciudad.
El jefe de Gobierno no le encuentra la vuelta a la búsqueda de un rival para MartÃn Lousteau, si es que el ahora embajador en Estados Unidos retorna para competir. Tal vez por eso, en la Casa Rosada presionan para que se quede en Washington hasta el 2019.
Diego Santilli anticipó que no competirá y Gabriela Michetti ni quiso escuchar la propuesta cuando se la insinuaron, ya sea para Capital o Provincia. Bullrich es una opción. Pero también lo es en la provincia de Buenos Aires, donde un presidente siempre quiere ganar una elección legislativa.
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La educación argentina no se imparte para todos. Hay segregación educativa y discriminación , resultado del producto de un metamorfismo consciente o inconsciente; germinado y mantenido en el tiempo y en el espacio por los tutores nacionales y provinciales, encargados de garantizar la educación como un derecho fundamental de la vida. Han encontrado una máscara llamativa y perversa como mantenerse indiferente, el no involucrarse, el silencio, el no responder. Y en lo brutal como en el incumplimiento de las Leyes y Artículos de la Constitución Nacional en cuanto se refiere a Educación, igualdad, libertad y derechos