El 21 de noviembre de 2015, cuando el cepo era insostenible y el Banco Central perdía reservas a diario porque en el mercado nadie ofrecía dólares, la entidad monetaria dio un manotazo de ahogado y obligó a los bancos a reducir su posición global neta de moneda extranjera (PGC) a la mitad en dos semanas.

Así, del tope del 20% de la Responsabilidad Patrimonial Computable del mes anterior (RPC) que tenían antes de ese día, mediante la Comunicación "A 5834" les daban una semana (hasta el 30 de noviembre) para reducir su posición neta de moneda extranjera al 15% de la RPC y una semana adicional (hasta el 9 de diciembre) para llevarla al 10% de la RPC.

La decisión de Sturzenegger que extrema los controles sobre los dólares que pueden tener los bancos es idéntica la de Vanoli en el momento más álgido del cepo. 

No era una medida original, sino una práctica ya conocida del kirchnerismo cuando faltaban los dólares. Un año antes, Juan Carlos Fábrega la había utilizado en varias ocasiones. Por ejemplo, mediante la Comunicación "A 5536"había reduciendo del 30 al 20% de la RPC la cantidad de recursos en divisas que podían tener los bancos.

Por eso, el 17 de diciembre el Banco Central y las autoridades económicas se mostraban orgullosas de cumplir con la promesa de campaña de levantar el cepo. Y en este sentido, en la comunicación "A 5851" del Banco Central, dejaban sin efecto las medidas propias del cepo, que limitaban la cantidad de divisas que podían tener los bancos.

En el mismo comunicado se fijaba un cronograma para ir ampliando gradualmente la posición global neta de moneda extranjera (PGC). Primero iban a poder volver al 15% de la RPC y a partir del primero de marzo de 2016, se ampliaba al 20%.

Pero cuando llegó ese día, los bancos se desayunaron con una nueva circular. Como el dólar no dejaba de subir por la demanda de divisas de los bancos, se dejaba sin efecto la ampliación del permiso al 20% hasta nuevo aviso. Los bancos debían atenerse a la pauta del 15% de la RCP, al igual que el 30 de noviembre de 2015.

Y hoy llegó la frutilla del postre. Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central, dispuso nuevamente reducir del 15% al 10% el límite de la posición global de moneda extranjera de las entidades financieras. Así, los bancos quedan en la misma situación el 9 de diciembre, como en el momento más álgido del cepo en medio de los manotazos de ahogado de Alejandro Vanoli.

Según la Comunicación "A 5932", la "posición -en promedio mensual de saldos diarios convertidos a pesos al tipo de cambio de referencia- no podrá superar el 10% de la responsabilidad patrimonial computable o los recursos propios líquidos".

LPO se comunicó con varias asociaciones de bancos que aun no sabían que respuesta dar ante la noticia. Dijeron estar discutiendo una posición conjunta que comunicarían en el correr de la tarde. Desde el mercado indicaron a ámbito.com que "los bancos aún no digieren la naturaleza de la decisión adoptada".