Horacio Rodríguez Larreta consiguió los fondos para arrancar a construir la autopista ribereña, la obra más importante de la Ciudad de la última década con la que busca catapultarse a la presidencia cuando finalice el mandato de Mauricio Macri.
LPO anticipó que el jefe de gobierno le anunció a su equipo que busca ser el sucesor del actual presidente y para eso apuesta a quedar en la historia de la Ciudad con dos megaproyectos para descongestionar el tránsito porteño.
Uno es la construcción de una estación central debajo del Obelisco y otro es la realización de la postergada autopista ribereña, un proyecto que tiene más de dos décadas y que nunca se inició. En el larretismo creen que esta obra sólo es comparable con el entubamiento del arroyo Maldonado.
La ribereña es una autovía de 7,1 km que serviría como nexo entre la autopista Illia y las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata, para evitar que ese caudal de tránsito ingrese a la Ciudad.
El costo que estiman en el gobierno de Larreta es más de 500 millones de dólares y ya consiguieron que la Corporación Andina de Fomento (CAF) autorizara un crédito por 340 millones de dólares, según confirmaron a LPO en el Ejecutivo porteño.
De este modo, el gobierno porteño espera empezar con las obras en septiembre de este año. Como estiman que demorará al menos 34 meses, esperan que la autopista sea inaugurada antes del final del mandato de Larreta.
El proyecto ganador
Durante los últimos años se barajaron al menos tres diseños para concretar el plan maestro de la ribereña. Uno estipulaba la construcción de un túnel por los diques de Puerto Madero y otro una traza elevada por los docks de ese barrio exclusivo.
Finalmente se optará por la construcción de una “semi-trinchera” (con una parte soterrada), que ya se utilizó en el metrobús de Lima. La elección de este proyecto facilitó el acceso al crédito externo, ya que la obra no implicaría un impacto ambiental negativo.
La autopista correrá frente a la hilera de docks de la avenida Alicia Moreau de Justo por debajo de donde actualmente están las vías del tren.
El proyecto inicial de trinchera, del arquitecto Jorge Elías, establece que la autopista tendrá cuatro carriles de cada lado, partirá desde la bajada de la Autopista Buenos Aires-La Plata, en Brasil y la avenida Huergo, hasta un kilómetro antes del peaje de la Autopista Illia, en la zona de Retiro, donde subirá a la superficie, primero en trinchera y, después, como puente.
Desde Brasil el túnel se extenderá en la franja ubicada entre las avenidas Huergo-Madero y Alicia Moreau de Justo; después, desde aproximadamente la avenida Córdoba, irá por debajo de la avenida Antártida Argentina, hasta subir para unirse con la Autopista Illia. La profundidad por donde correría la autopista Ribereña no superaría los 10 metros. Por encima del túnel habrá puentes para conectar a Puerto Madero con el resto de la Ciudad.
El impacto más grande que tendrá esta autovía es la descongestión de los camiones que pasan por la Ciudad desde el Conurbano hacia la zona del puerto. Los camiones no entrarán entonces al tránsito porteño y se liberará esencialmente el tráfico de las avenidas Madero, Alem y 9 de Julio, una deuda histórica de todos los gobiernos. Asimismo, se descomprimirá la zona de Retiro y Comodoro Py.
Para conseguir los 150 millones de dólares que faltan, el gobierno porteño venderá los terrenos que posee al costado de las vías del tren, que serán destinados a la construcción de torres. Por las dudas, en el gobierno aseguran que ya tienen la autorización para endeudarse en 500 millones de dólares.
Las únicas preocupaciones que barajan en el Ejecutivo son la reducción de la avenida Madero y el impacto que tendrá la extensa obra en los habitantes de Puerto Madero, que estarán prácticamente tres años aislados.
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