Una grave denuncia por estafa al PAMI con medicamentos comprados para jubilados fallecidos complica al ex titular de la obra social durante los últimos años de la gestión kirchnerista, el procesado Luciano Di Cesare.
La nueva administración detectó que desde 2013 el PAMI viene comprando medicamentos para afiliados fallecidos por 500 millones de pesos por año. Esos remedios eran luego revendidos en un mercado negro de clínicas y farmacias.
"Ya detectamos 7.500 personas fallecidas que aparecen con la compra de medicamentos con descuento parcial o total del PAMI. Y esto pasó porque no hubo controles internos, no se cruzaba el padrón de afiliados con el registro de fallecidos, había médicos que fraguaban las recetas o les fraguaban las recetas y en muchos casos había connivencia de las farmacias y hasta de la propia industria", dijo a Clarín el titular del PAMI, Carlos Regazzoni.
El funcionario macrista adelantó a ese medio que ya hicieron una denuncia para que la Justicia determine toda la red involucrada, desde las estructuras internas del PAMI, pasando por los profesionales, médicos, farmacias y la industria farmacéutica.
La denuncia pone en el ojo de la tormenta al ex funcionario kirchnerista Luciano Di Cesare, que en noviembre pasado ya fue procesado por supuesta defraudación a la adminsitración pública, en una causa donde el juez Claudio Bonadio investiga la compra de Letras del Tesoro por más de 2 mil millones de pesos por parte del PAMI.
LPO había revelado que Di Cesare había montado una red para financiar a su agrupación, la corriente nacional Martín Güemes, a través de cuestionados contratos con clínicas privadas. El ex funcionario también había sido denunciado por su extravagante sueldo. Ahora, Di Cesare queda pegado en una maniobra que amenaza con convertirse en un nuevo escándalo con el de la Mafia de los Medicamentos.
Según contó Regazzoni, un ejemplo de la estafa es el de una jubilada de 80 años que consumía fármacos para la hipertensión arterial a razón de 100 pesos por mes. “En agosto de 2013, esa señora falleció y sin embargo, nadie en el PAMI reparó que a las pocas semanas empezó a recibir un alto número de recetas de insulina y de tiras reactivas que antes nunca había consumido, y por un valor 10 veces mayor a los consumos anteriores. Además, a pesar de vivir en la Capital, empezó a comprar en farmacias de Ramos Mejía y San Isidro. En total, ya fallecida, consumió fármacos por $ 150.000”.
También se detectaron casos de personas que aparecen con más de 20 recetas por mes de un mismo medicamento que además fueron compradas en farmacias de cinco provincias diferentes. “Las tiras reactivas eran unas de las favoritas de la mafia de los medicamentos”, enfatizó el titular del PAMI a Clarín.
Regazzoni indicó que en lo inmediato “se acentuarán los controles internos, se están cruzando los datos del PAMI con los de la ANSeS y el padrón de fallecidos, y los de consumo de medicamentos. Todo esto pasó seguramente con connivencia interna”.
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