Una explosiva denuncia de Elisa Carrió contra el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, reavivó la tensión entre el juez y Mauricio Macri, después de un acercamiento tejido detrás del acuerdo por el Consejo de la Magistratura.

La líder de la Coalición Cívica y una de las socias principales de Macri en Cambiemos no reparó en esa cuestión y sacudió la feria judicial con una denuncia contra Lorenzetti y su mano derecha, el secretario general de Administración de la Corte, Héctor Daniel Marchi, por presunto enriquecimiento ilícito.

En su denuncia, Carrió sostiene que el titular de la Corte habría ocultado activos financieros en el exterior y sólo los habría incorporado a su declaración jurada de bienes en el contexto de las políticas de “blanqueo” que dispuso el gobierno de Cristina Kirchner.

Concretamente, Carrió mencionó la existencia de un plazo fijo en el banco suizo Credit Suisse, radicado en una filial estadounidense, cuya existencia no habría sido consignada sino hasta que el juez se acogió al régimen de blanqueo de capitales. 

La documentación sobre la que basó Carrió su presentación fue tomada de la AFIP, que según la propia denunciante sólo entregó al ser intimado. Ante eso, pide que se investigue el "sospechoso ocultamiento de activos financieros en el exterior del país por parte del señor presidente de la Corte Suprema".

En cuanto a Marchi, que maneja el millonario presupuesto de la Corte, Carrió le reprochó omisiones en sus declaraciones juradas tributarias, como la propiedad de al menos un inmueble rural. El funcionario tampoco habría presentado las declaraciones juradas del impuesto a las ganancias entre 2005 y 2011.

Lorenzetti y Marchi habían estado en la mira del gobierno kirchnerista en 2013, cuando la AFIP investigó al secretario general de Administración del máximo tribunal y a los hijos del juez, que denunció en ese momento una actitud extorsiva. Esa denuncia sirve de base de la acusación de Carrió.

La denuncia de Lilita quedó radicada ante el juzgado federal número 2, a cargo del juez Sebastián Ramos, y tomó intervención el fiscal federal Gerardo Pollicita.

Un problema para Macri

La denuncia de Carrió -quien vale decir que siempre tuvo en la mira al presidente de la Corte- vuelve a tensionar la relación de Macri y Lorenzetti después de las idas y vueltas del primer mes de gestión.

Según supo LPO, la diputada advirtió anoche que avanzaría contra Lorenzetti, cumpliendo con un pedido de Macri de que le avise cuando planea movidas de este tipo. El Presidente le habría respondido que si estaba segura, que lo hiciera. No está claro si lo hizo para acorralar al juez o para evitar que Carrió dinamite Cambiemos.

La relación entre Macri y Lorenzetti arrancó mal, cuando apenas electo el titular de la Corte firmó un fallo para que Nación le devuelva a tres provincias el 15 por ciento de la coparticipación, lo que generaba un agujero en las arcas nacionales. Enojado, el Presidente no dejó que le entregara el bastón presidencial tras el berrinche de Cristina.

Poco después, la Corte se mostró mucho más contemplativa y descartó extender el fallo al resto de las provincias, algo que hubiera confirmado el riesgo económico para el nuevo gobierno. Hoy, casualmente o no, Macri firmó el DNU para dejar sin efecto la decisión de Cristina de extenderlo a todas las provincias por decreto.

Luego de eso, Macri le mostró los dientes al juez con la designación por decreto de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, en una jugada que tuvo como objetivo desarmar la mayoría automática que tuvo Lorenzetti en el último año y evitar que le condicione la gestión en momentos en que el kirchnerismo intenta judicializar cada medida del gobierno. Como blanqueó Sanz, el nuevo presidente no puede sufrir en el inicio de su mandato "un fallo de la Corte en contra"

Esa movida generó un acercamiento con la sugerencia que Lorenzetti le hizo a Macri para congelar la asunción de los dos cortesanos que designó por decreto. El juez fue hasta la Rosada para recomendarle que frene la arriesgada jugada al menos hasta febrero. Luego, la Corte se encargó de rechazar cada cautelar sobre el tema.  

Hasta ahora, el más claro entendimiento entre ambos fue en el Consejo de la Magistratura. Allí, mediante un acuerdo que también tuvo detrás a Ernesto Sanz, Macri y Lorenzetti impusieron al abogado Miguel Piedecasas como el nuevo presidente, y se aseguraron que el voto desempate siempre se inclinará para el lado más favorable a sus intereses.

El Consejo de la Magistratura también dio una muestra de otro acercamiento, cuando Lorenzetti se mostró dispuesto a tomarle juramento al diputado macrista Pablo Tonelli, al que el oficialismo designó en una polémica maniobra para sacarle un lugar al kirchnerismo. El presidente de la Corte se abstuvo después de un fallo que le dio la razón al FPV, pero después firmó una acordada para que sea la Magistratura la que defina. O sea que defina la mayoría oficialista que él integra.