
Luego de la devaluación que implicó la liberación del cepo cambiario y la suba de tasas para evitar una corrida contra el peso, los economistas prevén que el 2016 será un año de estancamiento o de recesión. Sin embargo, la actividad podría empezar a repuntar en el 2017, cuando el sector exportador sienta de lleno la mejora en la competitividad conseguida con la quita de retenciones y la suba del dólar.
Sebastién Vargas y Pilar Tavella, analistas de Barclays en Nueva York, vaticinan un crecimiento “anémico” o recesión en el 2016 antes de un rebote en 2017, con un crecimiento que podría ubicarse en 3,5 por ciento, según publicó The New York Times.
Para el Fondo Monetario Internacional, el 2015 cerraría con una suba del producto del 0,4 por ciento, aunque otras estimaciones hablan de números mayores.
Por ejemplo, el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal(Iaraf), Nadin Argañaraz, calculó en diálogo con LPO que este año el PBI aumentaría entre un 1 y 1,5 por ciento.
Argañaraz señaló que en 2016 la Argentina “será de ajuste” por lo que “no crecerá respecto a este año”, aunque dependiendo de los ajustes en subsidios “puede haber una contracción algo mayor”. “No prevemos una caía significativa y la economía tiene todas las posibilidades de empezar a levantar en el cuarto trimestre, y de lleno en el 2017”, consideró.
El consultor explicó que los anuncios del nuevo gobierno sobre la quita de retenciones y el ajuste en el tipo de cambio se hicieron con la mayoría de los cultivos ya sembrados. “La cosecha de trigo ya estaba definida, y la primera de soja también, que es la más relevante. A lo sumo las medidas pueden tener efecto en la soja de segunda”, analizó Argañaraz.
El titular del Iaraf puntualizó que por el momento es difícil pronosticar una cifra de crecimiento para el 2017, porque aún restan numerosos anuncios por parte del gobierno en lo que respecta a la política fiscal y monetaria, en particular en relación a los subsidios.
"Las nuevas políticas hacia el sector agrícola llegan cuando la campaña 2015/16 está jugada, y su impacto se visibilizará con mayor fuerza en el próximo ciclo agrícola", coincidió en un informe la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales(IES).
De todas formas, IES sostiene que "a pesar de las medidas anunciadas que devuelven rentabilidad y previsibilidad, persisten los factores de riesgo en el corto plazo, a causa de la baja en los precios internacionales y del aumento de los costos internos, que estarán fogoneados por la devaluación y su traslado a precios".
Asimismo, el informe explicó que la campaña en curso tendrá "una gran influencia del clima, ya que se pronostica la presencia de un efecto El Niño, aunque no será tan intenso como se pronosticaba inicialmente".
Para Argañaraz, la actividad deberá repuntar “de la mano de la inversión”.
En ese sentido, un informe de Ecolatina sostiene que “la mejora en la competitividad y reglas de juego más claras se percibirían hacia el segundo semestre de 2016, cuando la corrección cambiaria muestre ser sostenible para los agentes y el plan de infraestructura comience a implementarse”.
Según la consultora fundada por Roberto Lavagna, la devaluación contraerá el consumo interno porque deteriorará el poder de compra de los salarios, en tanto la inversión, pública y privada, retrocedería, a la espera del éxito o fracaso de la nueva política económica.
“Si la corrección no es exitosa el efecto recesivo podría extenderse a 2017”, advierte el reporte.
“Pese a que la mejora en la competitividad generará una mayor tracción por el lado de las exportaciones, el deterioro del consumo con motivo de la caída real de los salarios y la contracción de la inversión (fundamentalmente proveniente de la inversión pública), la economía argentina verificaría una leve contracción en 2016”, matiza el documento de Ecolatina.
La consultora aclara que “si bien la actividad comenzaría a mostrar ciertos brotes verdes hacia la segunda mitad del año, éstos no serían suficientes para contrarrestar el efecto inicial de la devaluación sobre la economía”.
El diagnóstico es más cauteloso que el que hacen los analistas de Wall Street. “Siempre existe el riesgo de que, por fallas en la implementación de las medidas pretendidas por el nuevo gobierno, no se alcancen los objetivos esperados. De modo que ante una situación de este estilo, el efecto contractivo sobre la actividad que inicialmente se estima para el primer semestre pueda prolongarse a lo largo de todo el año”, plantea la firma.
En tanto, Argañaraz precisó que "no creemos que el consumo caiga de manera significativa".
En cuanto a la industria, más allá de la mejora en el tipo de cambio y la quita de las retenciones a las exportaciones, todo dependerá de lo que suceda con Brasil, que sigue sumergido en una severa crisis económica y política y que los analistas coinciden en que seguirá durante el 2016, y recién empezar a resolverse el año siguiente.
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- 329/12/1512:06"atado al tamaño del ajuste" o sea que no es crecimiento! Es transferencia de recursos! el pueblo empobrecido!
- 229/12/1511:55Estos son robots, ven todo como una empresa, pero la gente no la va a pasar bien pero no les importa, volvamos a poner seres humanos a gobernar!
- 129/12/1511:43De que sirve crecimiento economico del pais mientras el pueblo se empobrece queda sin trabajo, se funde? Linda logica la del macrismo!