Guillermo Gabella, directivo de la empresa Boldt, tuvo una prueba
vehemente de los miserables “tiempos” de algunos jueces del fuero federal. El
juez Rodolfo Canicoba Corral esperó al 10 de diciembre para emitir una decisión
que se caía de maduro hace meses.
Desestimó la denuncia por falso testimonio que recibió por parte d elos abogados de Amado Boudou en la causa Ciccone, cuando contó la verdad: Que Lautaro Mauro, una de las personas más cercanas a Daniel Scioli y Marcelo Tinelli, había propiciado un encuentro con José María Núñez Carmona, para presionarlo en nombre del entonces vicepresidente Amado Boudou, para que Boldt se retirara de la puja por la planta de Ciccone Calcográfica.
Boldt además del juego se dedica al negocio de impresión de papeles de seguridad –cheques, bonos, billetes- y había logrado en base a una mejor oferta, que el juez de la quiebra de Ciccone le adjudicara la operación de la planta por unos meses.
"Yo represento a las máximas autoridades, soy un hombre de Amado Boudou y compramos Ciccone", reveló Gabella que le dijo Núñez carmona en el áspero encuentro que tuvieron en un hotel de La Recoleta. Al ejecutivo le quedó claro que hablaban de alguién bien por arriba de Boudou.
Esto que hoy parece un escándalo, Gabella lo dijo ante Canicoba Corral, pero el juez no sólo no hizo ni investigó nada, sino que le dio curso a una denuncia por falso testimonio que presentaron los abogados de Boudou, luego que el magistrado realizara un careo del ejecutivo con el sciolista Lautaro Mauro.
Mauro fue el que aprovechando una vieja relación con Gabella, lo citó al encuentro con Nuñéz Carmona. "Cuando él (Núñez Carmona) empezó a hablar de las cosas que podía hacer, yo dije 'vine a una reunión de buena fe, no sabía que me iban a apretar como una naranja'", reveló ayer en diálogo con radio Mitre.
La postura de Canicoba Corral de todas maneras es comprensible. Este magistrado era el más cercano a Daniel Scioli en el fuero federal y aspiraba a pelear por la conducción de la Agencia Federal de Inteligencia (ex Side) si su amigo llegaba a presidente.
De hecho, fue notable como desde que esa aspiración pareció tener posibilidades, como Canicoba Corral aplacó todas las investigaciones que complicabana al kirchnerismo, casi hasta la inmovilidad total. Un favor a Sacioli que necesitaba demostrar a Cristina que era un heredero confiable, algo que de todas maneras resultó infructuoso.
Lo notable es que aún luego de fallar a favor de Gabella, el juez no ordenó ninguna medida contra Lautaro Mauro. De todas maneras, el ejecutivo de Boldt tiene ahora el camino despejado para reclamarle una contundente reparación civil al operador de Scioli y por supuesto a Núñez Carmona y Boudou.
"Yo esta reunión la conté muchas veces a muchas personas, no tenía dudas de una malainterpretación, declaré la verdad y fue la decisión que había tomado avalado por el presidente de la compañía", dijo Gabella, quien agradeció así el respaldo que obtuvo de Antonio Tabanelli.
Gabella tuvo además un recuerdo amargo sobre Lautaro Mauro: "Lo único triste es que en lugar de contar la verdad, mintió y como consecuencia los abogados de Boudou me denunciaron penalmente por falso testimonio.
Lautaro Mauro es un personaje de la noche que suele acompañar a Daniel Scioli y Marcelo Tinelli en sus viajes al exterior y que encontró en los torneos del futsal que parcatica el ex gobernador y a veces promociona el conductor de ShowMatch, una manera de meterse en el entorno más cercano de ambos.
Fue además quien logró que Scioli pudiera hacer el cierre de su campaña en el programa de Tinelli, una pésima apuesta del conductor que todavía lamentan. Como reveló LPO, Fabián Scoltore, mano derecha de Tinelli, recuerda que él “ya había logrado que Scioli entendiera que no lo podías llevar a él sólo en el día del cierre de campaña, Daniel incluso me dijo: “Bueno, está bien, sino va Macri tampoco me la banco”.
“Pero el que nos arruinó fue Lautaro Mauro que le rompió tanto las bolas a Marcelo que logró que lo invite y hoy lo estamos pagando con Macri”, agrega en las charlas donde cuenta la anécdota que indispuso al actual presidente con el conductor y que le está costando nada menos que la posibilidad de presidir la AFA.
