Hernán Lacunza se reunió este miércoles con los legisladores bonaerenses del Frente para la Victoria para informarles los detalles del primer presupuesto de María Eugenia Vidal, pero el encuentro no terminó bien.

La tensión surgió cuando José Ottavis, jefe del bloque de Diputados del FpV, interrumpió al ministro de Economía de Vidal para recordarle que el presupuesto del que hablaba no había sido presentado formalmente.

“Mientras no lo veamos, lo que hablemos en esta reunión no tiene sentido”, le recriminó el camporista. “Bueno, si no tiene sentido, me voy”, respondió Lacunza cortante.

La bronca de los legisladores es que supieron por trascendidos que el endeudamiento no era de 90 mil millones de pesos, como anticipó en exclusiva LPO, sino por la friolera de 110 mil millones. "Hasta ahora lo único que sabemos es lo que está en los medios", protestó el diputado Marcelo "Patón" Torres, vinculado el ex secretario Sergio Berni.

Inmobiliario. En la Legislatura bonaerense se comenta que la gestión de Vidal estaría analizando instrumentar un aumento del impuesto inmobiliario de más del 20 por ciento.

Cuando la reunión amenazaba con desmadrarse, otros legisladores más racionales intentaron calmar los ánimos, sobre todo porque había periodistas afuera y algo había que decir. “Hagamos una cosa: Digamos que fue una reunión de presentación, no digamos que nos reunimos para tratar el Presupuesto”, propuso uno de los componedores. "Digan lo que quieran, no tengo problema", se desentendió Lacunza.

Pero de inmediato, el ministro de Vidal, marcó la cancha fuerte: “Yo necesito el Presupuesto aprobado para el martes. Y ahora me tengo que ir porque a las 16.30 tengo que ir a la reunión de la gobernadora con los intendentes”, subrayó. Fue el final del encuentro, que apenas duró media hora.

Es que históricamente la aprobación del Presupuesto demandó un mínimo de dos semanas, para que los legisladores lo puedan analizar y tengan tiempo para que los ministros década área, concurran a la Legislatura a discutirlo.

El problema

El problema de Vidal es que su acuerdo con el Frente Renovador le permite llegar a la mayoría en ambas Cámaras pero no a los dos tercios, necesarios para autorizar endeudamiento. Para destrabar ese paso clave, necesita sí o sí los votos de los legisladores kirchneristas, por eso sorprendió tanto el tono del ministro.

"La duda que tenemos es si no estarán jugando a romper para después victimizarse y acusarnos que no les votamos el endeudamiento", reflexionó ante LPO un veterano operador del bloque de diputados kirchneristas.

Como sea, Sergio Massa tomó nota del choque de Lacunza e instruyó a sus legisladores a tomarse el tiempo necesario para analizar el Presupuesto. "En el mejor de los casos se va a tratar el 29 y va a ser con cambios", afirmaron a LPO allegados a la conducción de los bloques massistas.

Concretamente le pedirán un endeudamiento menor, cambiar algunas partidas y revisar presuntos retoques al impuesto inmobiliario y automotor. Y sobre todo, que presente el presupuesto por mesa de entrada, para empezar a hablar después.