Mauricio Macri anunció hoy que los primeros dos países que visitará como presidente electo serán Brasil y Chile. El sucesor de Cristina Kirchner viajará este viernes a Brasilia para reunirse con Dilma Rousseff en el Palacio del Planalto, y a San Pablo, en donde lo recibirán los empresarios nucleados en la poderosa Federación de Industriales de esa ciudad(Fiesp).
La gira se da en el marco del pésimo momento que está atravesando la mandataria brasileña, acusada de manipular las finanzas públicas para lograr la reelección el año pasado. Esta tarde el presidente de la Cámara de Diputados de ese país, Eduardo Cunha, aceptó el pedido de juicio político de la jefa de Estado, que recibió la noticia con "indignación", según el portal Brasil247. Por eso no podría estar el diez de diciembre, durante la asunción de su par argentino.
Ahora, una comisión especial con miembros de todos los partidos decidirá los méritos del pedido, que necesita los dos tercios de los votos de la Cámara -342-, para suspender a la presidenta mientras se lleva adelante un juicio de 90 días en el Senado.
Por el momento, la agenda oficial de Macri no fue difundida, como así tampoco quién será designado como embajador en el gigante sudamericano, luego de los nombramientos de Guillermo Montenegro en Uruguay y Martín Lousteau en Estados Unidos.
Lo cierto es que se especulaba con que la visita de Macri sería en el marco de la búsqueda de financiamiento para aliviar la presión sobre las reservas y el sector externo, más aún tras las turbulencias que atravesó el mercado cambiario en las últimas semanas.
Pero los analistas sostienen que el delicado momento que atraviesa el país vecino no le permitirá colaborar con las arcas del gobierno macrista.
La relación comercial con Brasil se vino deteriorando en los últimos años por el estancamiento en que se sumieron ambas economías y las trabas impuestas de uno y otro lado de la frontera. Por lo que los analistas esperan que durante la misión Macri buscará dar señales en torno a ese tema. De ahí la cumbre con los empresarios paulistas.
Para el economista Gustavo Segré, Dilma podría aplicar un préstamo en reservas internacionales en dólares a la Argentina, ya que a diferencia de nuestro país no tiene un problema con su stock de divisas. A cambio, la presidenta brasileña podría pedir la armonización de los registros de los productos que se comercializan en los dos países, que se obliga a registrar a ambos lados de la frontera, en un proceso que se vuelve sumamente burocrático, analizó el profesor de la universidad de San Pablo, en díalogo con LPO.
Sin embargo, el titular del Centro de Estudios de Comercio Exterior para el Siglo XXI, Miguel Ponce, sostuvo que “Brasil no puede prestar, porque no está en condiciones”.
Lo mismo opinó el director de Abeceb, Dante Sica. “Brasil está más preocupado por su política interna como para darnos un crédito. Puede haber alguna línea comercial, pero estando en recesión no veo muy probable un swap de monedas”, apuntó el consultor.
Sica cree que las reuniones estarán focalizadas en la presentación de los nuevos equipos y en la introducción de Macri de los interlocutores que tendrán los funcionarios de Dilma a partir del 10 de diciembre.
Por otro lado, el ex secretario de Industria agregó que el equipo del presidente electo puede empezar a delinear un plan de trabajo que apunte a destrabar el comercio entre ambos países, pero será difícil que de la gira surjan anuncios concretos.
En ese sentido, Ponce explicó que el objetivo de la visita es que “se levanten las trabas”. El experto contó que hay resquemor en Brasil porque consideran que la Argentina derivó las compras que antes le hacía a su principal socio a China.
También otro aspecto a negociar entre los dos gobiernos es la deuda flotante de los importadores, estimada en unos U$S13 mil millones. Según Ponce, el 50% de esa cifra corresponde al sector automotriz y de esa parte el 90% provienen de Brasil. Es decir que la Argentina le debe a los autopartistas de esa nación unos U$S5500 millones de importaciones realizadas pero no pagadas.
Asimismo, podría avanzarse en implementar el SML, sistema de pago en sistema de moneda local, para evitar el uso de dólares. Las compras se realizan en reales y pesos y a fin de año, dependiendo de la variación del tipo de cambio, se salda la diferencia.
Fuentes del macrismo señalaron que la idea de Macri es lograr que Dilma firme el financiamiento de U$S1500 millones del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social(BNDES) para el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, paralizado desde hace años. El directorio de la entidad ya tiene aprobado el proyecto, pero la mandataria se resiste a dar el visto bueno porque las empresas a cargo de las obras son las que están involucradas en el escándalo del “Petrolao” por el que cayeron presos empresarios top del país vecino, dueños de las principales constructoras.
“El Bndes puede financiar proyectos en el exterior si quien hace la obra es una empresa brasileña, pero ahora están limitadas de recibir fondos por este caso”, puntualizó Segré. Por lo que, siguiendo su razonamiento, no habría que esperar novedades respecto a este punto.
Mientras tanto, la situación de Dilma se sigue complicando.
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La futura ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, ratificó hoy la postura del presidente electo Mauricio Macri, de aplicar la "cláusula democrática" a Venezuela como socio del Mercosur, y consideró que "el diálogo" con Brasil estará supeditado al "resultado" de las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre a las que se expondrá el gobierno de Nicolás Maduro.
"El presidente electo ha planteado una posición clara respecto de la situación de Venezuela, teniendo en cuenta cómo Venezuela se encuentra en este momento", señaló Malcorra tras la presentación del gabinete que acompañará a Macri.
En tanto, Malcorra señaló que "parte del diálogo que hay que tener con el gobierno de Brasil es evaluar cómo van a evolucionar las cosas en los próximos días", tras "el resultado" de las elecciones en Venezuela.
"No escapa a nadie que el domingo que viene son las elecciones, hay que ver el resultado, cómo se reacciona al resultado y cómo se instaura una transición, si fuera ese el caso, de manera democrática", expresó la flamante canciller.
Macri reiteró que buscará aplicar la "cláusula democrática" al gobierno de Nicolás Maduro por la situación de los opositores y la prensa, lo que rechazó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Por su parte, Rousseff aseguró que "la cláusula democrática", que autoriza la exclusión momentánea de un miembro de Mercosur si hay una alteración del orden democrático, "no puede ser usado en base a hipótesis, tiene que tener hechos calificados".
En declaraciones consignadas por la agencia AFP, Rousseff recordó que la cláusula se invocó en 2012 para excluir momentáneamente a Paraguay, tras la destitución por el Senado del presidente Fernando Lugo: "Pero tiene que plantearse sobre hechos determinados, no de forma genérica", insistió.
Días atrás, Macri aseguró que en la próxima cumbre del Mercosur a celebrarse el 20 y 21 de diciembre en Asunción, Paraguay, va a "invocar la cláusula democrática contra Venezuela" porque "le corresponde por los abusos y por la persecución a los opositores".
El objetivo de sancionar a Venezuela es a raíz de que tiene presos políticos, entre ellos Leopoldo López, condenado a casi 14 años de cárcel bajo acusaciones de incitar a la violencia durante protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
Además, se suma el asesinato del dirigente opositor Luis Manuel Díaz, de Acción Democrática, el pasado 25 de noviembre durante un acto de campaña en el que participaba también Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, en el poblado de Altagracia de Orituco.
El Mercosur está formado actualmente por Argentina, Brasil, Paraguay, Uru1guay y Venezuela. Bolivia está en proceso de adhesión.