“Fue una buena reunión, Daniel está muy entusiasmado”, confirmó a LPO una fuente del peronismo al tanto del encuentro reservado que tuvieron días atrás Cristina Kirchner y Daniel Scioli.

En la reunión, más que lamentarse por los errores de una estrategia política que llevó al peronismo a la derrota, Cristina y Scioli analizaron la mejor manera de mantenerse vigentes. Y pese a ellos, parece que siguen necesitándose.

Se tanteó la posibilidad de un esquema de supervivencia que supone a Cristina Kirchner como presidenta del PJ y a Scioli como presidente del PJ bonaerense. Los mandatos vencen en mayo, así que hay que apurarse.

Cristina sabe que en el peronismo hay una corriente creciente que quiere pasarla a retiro, hartos de un liderazgo abrasivo de más de una década. Por eso, en la reunión que mantendrá hoy con los gobernadores tanteará el terreno.

El primer round de esta pelea es la definición del jefe de bloque de Diputados y del presidente de la Auditoría. Cristina, fiel a su estilo, fue por todo y propuso inicialmente la continuidad de Juliana di Tullio en el bloque y para la Auditoría a Aníbal Fernández. Cuando vio que no pasaba, rebobinó y contraofertó a los más contemporizadores, Héctor Recalde y Ricardo Echegaray.

Por ahora, los gobernadores insisten con José Luis Gioja y Eduardo Fellner. Pero la pelea sigue abierta y a Cristina le sirve para medir qué tan unidos están y qué tanta fuerza tienen sus adversarios internos. Si logra derrotarlos en esta pelea preliminar, no sería extraño que luego destape su plan para ir por el PJ nacional, que siempre despreció. Pero claro, si quiere ser líder de la oposición a Macri necesita ese lugar.

Los líderes de la Cámpora son conscientes que la situación cambió "Ahora, vamos a ir atrás del PJ", se resignan.

Cristina dedicó los últimos días a puntear el bloque y se llevó una sorpresa: Los gobernadores no estarían tan sólidos como presumen. Por lo que una votación para definir el jefe de bloque podría ser inconveniente para ellos. Con esa carta tratará de forzar la negociación.

Los diputados del interior protestan, pero no todos están conformes con volver a la "Liga de Gobernadores", que algunos definen como "una etapa pre duhaldista".

En la reunión con los diputados nacionales que mantuvo la semana pasada en Olivos, jugó a la confusión. “Ustedes saben que a mi el PJ nunca me interesó, siempre fui mas de armar por afuera, desde el peronismo”, se hizo la difícil, pero al mismo tiempo instalando la posibilidad de su aterrizaje en el partido.

Como siempre, el encargado de decir lo que todavía no es conveniente blanquear fue Carlos Kunkel, que propuso que Cristina presida el PJ. El diputado es además el puente con los gobernadores del peronismo, que detestan a La Cámpora.

Los líderes de la agrupación de Máximo Kirchner son conscientes de la nueva realidad y por ahora aceptan que llegó el momento “de ir atrás del PJ”, como reconoció a LPO un integrante de esa organización.

Urtubey quiere dejar atrás al kirchnernismo y encabezar un PJ dialoguista con Macri.

De todos modos, la decisión de Cristina es que las definiciones de estas pulseadas las realice el PJ, para mantenerse en el lugar de aquel al que van a buscar. Pero no por eso deja de operar. No sólo llamó uno por uno a los gobernadores –prometiendo plata y pase a planta de personal- sino que se llevó a Río Negro a Jorge Capitanich y Gildo Insfrán.

El intendente de Resistencia es el vicepresidente primero del PJ, detrás de Eduardo Fellner y Daniel Scioli. Y el formoseño lidera el Congreso partidario.

El plan 2017

Scioli también sabe que en el peronismo bonaerense hay mucha gente que considera un disparate que se proponga para conducir el PJ bonaerense, que por ahora sigue en manos del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

“Es una locura que el hombre que hizo perder la provincia al peronismo después de casi 30 años, se proponga como la solución superadora”, afirmó a LPO un intendente indignado y agregó lacerante: “Daniel está como Forrest Gump, sigue corriendo para adelante, pero no sabe a donde va”.

Este argumento golpeó al sciolismo, que a través de sus voceros habituales, como el senador provincial Alberto de Fazio, salieron a explicar lo inexplicable: Que Scioli en realidad no perdió la provincia.

Lo cierto es que si bien nunca se detuvo, Scioli tiene un plan detrás de su frenética actividad de estos días con reuniones y visitas a intendentes como si nada hubiera cambiado. Su idea es presidir el PJ bonaerense porque necesita controlar a los apoderados, que son los que firmarán las candidaturas del 2017. La idea del ex candidato presidencial es encabezar en el próximo turno la banca de senador nacional y que Cristina haga lo propio por Santa Cruz.

Esta posibilidad genera divisiones en el peronismo bonaerense. Es verdad que varios intendentes reconocen que sigue siendo el dirigente del peronismo de la provincia que más mide, pero creen que llegó la hora de hablar en serio de renovación.

En eso andan los jóvenes intendentes, Patricio Mussi, Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Fernando Gray, entre otros. Y su primer objetivo es forzar una renovación del PJ bonaerense, que les permita ubicar a los apoderados. “Basta de Jorge Landau y Wado de Pedro con la lapicera”, desafían.

“Scioli siempre nos corre con que es el que más mide y después perdemos todas las elecciones”, agregó un importante legislador del peronismo.