Superada la instancia del balotaje, María Eugenia Vidal se enfoca ahora en definiciones concretas de lo que será su gabinete y se sabe que en esa compleja selección de nombres deberá contener además al radicalismo.

En las últimas horas sonó fuerte el nombre del radical Carlos Folino para presidir el Instituto de Previsión Social (IPS) una poderosa caja previsional con unos 300 mil beneficiarios entre jubilados y pensionados, y 700 mil aportantes entre estatales, docentes y municipales.

Folino es en la actualidad uno de los directores del IPS por la oposición, y tiene una vasta experiencia en la temática previsional siendo el encargado de participar de los encuentros del Consejo Federal de Previsión Social (Cofepres).

Dentro de la estructura radical, Folino responde directamente a Daniel Salvador, el vicegobernador electo.

Oriundo de Lanús, supo cosechar con los años una buena relación con Néstor Grindetti. Esa relación tuvo momentos tensos como cuando el propio Folino frenó las aspiraciones de Grindetti de ocupar una banca en el Concejo Deliberante toda vez que al mismo tiempo se desempañaba como ministro de Hacienda porteño.

Pero la posible designación del radical Folino tiene que ver con las negociaciones que avanzan en el interior de Cambiemos de cara a lograr un bloque único en la Legislatura. LPO adelantó que el radicalismo condiciona esa bancada unificada a lugares dentro del Ejecutivo.

Interlocutores cercanos a Vidal ya le hicieron saber a los radicales que el ministerio de Salud será para ese armado político. También algunos organismos relacionados como el IPS o IOMA, la obra social del Estado bonaerense.

En tanto, cobra fuerza el esquema de un gabinete más acotado con ministerios poderosos. La semana pasada LPO adelantó la llegada de Roberto Gigante a un ministerio clave, con la idea de que sea una especie de ‘controller’ dentro del gobierno.

Desde el PRO, aseguran que Gigante -hoy jefe de gabinete del ministerio de Hacienda porteño- tendrá una fuerte incidencia en el manejo de las cuentas del gobierno provincial. Y hablan de su función como una especie de ‘controller financiero’ que haga de puente entre la gestión y la contabilidad del gobierno.

Se sabe que Federico Salvai será el futuro Secretario General, en un estructura que acumulará poder y atribuciones y que absorbería incluso algunas áreas del actual ministerio de Gobierno.

En tanto, aunque no están confirmados en el entorno de Vidal dan por cerrado que Hernán Lacunza irá al ministerio de Economía y que Leonardo Sarquís desembarcará en Asuntos Agrarios. En tanto, el ministro porteño Edgardo Cenzón se había cargo de Infraestructura.