Las normalización de las estadísticas públicas son una prioridad en la agenda política, gabe quien gane este domingo. Los indicadores más urgentes para corregir son los de actividad, inflación y pobreza. La falta de ajustes por inflación hace que las empresas tributen en función de ganancias que no son tales, que el impuesto a las ganancias reduzca los salarios, que el PBI sea sobrestimado y que la pobreza sea subestimada. Además, sin estadísticas oficiales se dificulta el acceso a financiamiento externo, una promesa de campaña de ambos candidatos presidenciales.

Hace 9 años, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) fue intervenido con la finalidad de cambiar el índice de precios al consumidor (IPC) porque era uno de los componentes del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), un prorrateador que indica la valuación de parte de la deuda pública. La idea era tomar un atajo para reducir el pago de la deuda pública, un artilugio que dejó al país sin credibilidad y sin estadísticas públicas. Desde que fue intervenido, el personal técnico fue reemplazado y las metodologías de las nuevas mediciones no fueron publicadas.

Varios referentes políticos mencionaron la posibilidad de armar una agencia de estadísticas públicas, mientras que otros apuntan a refundar el viejo INDEC. Incluso se habló de la solicitud a organismos de estadísticas internacionales para devolverle la credibilidad a las estadísticas oficiales. En este sentido, LPO entrevistó a la ex directora del INDEC, Graciela Bevacqua, acerca de la posibilidad de recuperar la confiabilidad de los números oficiales.

Bevacqua afirma que el diagnóstico sobre los recursos humanos puede hacerse en una semana. Luego hay que devolver le tareas a quienes hace nueve años resisten dentro del organismo. 

Para Bevacqua, lo primero es hacer un diagnóstico respecto del desmantelamiento del personal técnico del INDEC y de los indicadores. En su opinión, ”El diagnóstico sobre los recursos humanos puede hacerse en una semana”. Luego agregó que “Hay que devolver a sus tareas a quienes hace nueve años que están resistiendo dentro del instituto pero desplazados de sus funciones” y también invitar a volver a los que se fueron y eran personal técnico idóneo. Desde luego que el rearmado de equipos luego de una década va a requerir volver a capacitarlos. “Si se hace con el compromiso de ser creíbles y transparentes, se puede avanzar en la siguiente etapa del diagnóstico que es informar a la población respecto de cuándo se pueden tener los primeros indicadores y cumplir con esas fechas.”

Plazos posibles

¿Cuándo estarían los primeros números? Bevacqua no aventuró una fecha, pero profesionales en estadísticas estiman que no menos de medio año. Las recomendaciones sugieren empezar de cero con un nuevo IPC y un nuevo Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) antes que auditar y revisar las series de los últimos nueve años. Bevacque compartió esta opinión: “Lleva mucho tiempo revisar lo hecho hasta ahora en materia de indicadores”, pero no decartó que se hiciera luego de atender a la demanda social más urgente que es la reconstitución de los indicadores de inflación, pobreza y actividad.

Itzcovich y Edwin, los interventores kirchneristas que destruyeron las estadísticas oficiales.

Indec

“Los números actuales no son confiables ya sea por la falta de personalidad idóneo, por la falta de transparencia y calidad de las metodologías y por la sospechas de manipulación de los resultados”, afirmó Bevacqua.

Finalmente, consultada acerca de la posibilidad de ser nombrada en la Dirección del INDEC, Graciela Bevacqua señaló que “estuve hablando con referentes de Cambiemos y les propuse mi plan de trabajo”. No obstante aclaró que si bien “estoy dispuesta a asumir la responsabilidad si me garantizan condiciones obvias de seriedad y profesionalismo”, no le han ofrecido ese puesto concretamente.

Seguramente, gane quien gane el domingo, una vez nombrados los ministros del gabinete de gobierno, el presidente electo tendrá que dar una señal clara respecto de las estadísticas públicas porque es una de las principales demandas de los sectores productivos y de las instituciones internacionales de crédito.