Tras un largo silencio, finalmente el gobernador electo de Santa Fe, Miguel Lifschitz, dio a conocer los nombres que lo acompañarán en las distintas carteras. Tal como había adelantado este medio, Maximiliano Pullaro estará al frente del Ministerio de Seguridad.

Para dar a conocer los nombres de su gabinete, Lifschitz optó por una nueva y curiosa estrategia. Convocó a dos conferencias de prensa, una en Rosario y la otra en Santa Fe capital, y en cada una confirmó la mitad de sus principales colaboradores.

“Hacemos esto como un gesto simbólico de no privilegiar una ciudad por sobre otra”, explicó el gobernador electo en un intento por unir políticamente una provincia que históricamente se ha diferenciado el sur con el centro norte.

Acompañado del futuro vicegobernador Carlos Fascendini, Lifschitz confirmó la nómina de los principales dirigentes que lo acompañarán en su gestión, de los cuales la mitad son de procedencia radical. Aún quedan por definir Salud y el nuevo Ministerio de Medio Ambiente que el gobernador prometió crear.

La Política Online había anticipado que el joven radical Pullaro era uno de los nombres que sonaban más fuerte para presidir el Ministerio de Seguridad, lo que finalmente confirmó Lifschitz.

Lifschitz venía manteniendo reuniones con Pullaro y hasta habrían tenido contactos con Sergio Berni y Marcelo Saín para comenzar a diseñar un borrador de cara a la futura gestión.

Pullaro logró proyección provincial cuando denunció a Carlos Ascaíni, presunto líder narco que operaba en el sur santafesino convirtiéndose en un referente del Radicalismo.

Maximiliano Pullaro

“Maxi va a tener que lidiar con uno de los ministerios más difíciles”, reconoció un dirigente del Frente Progresista consultado por LPO, quien agregó que “la crisis de inseguridad es muy compleja y va a tener que contar con una importante cuota de suerte, sobre todo para reorganizar la policía”.

Es que Pullaro deberá combatir uno de los principales problemas que tiene Santa Fe en materia de seguridad que es la connivencia de elementos policiales con el delito organizado y el narcotráfico.

“No nos temblará el pulso para separar a los malos policías”, advirtió Pullaro en la conferencia de prensa que brindó el gobernador electo cuando anunció su designación. A su vez, el radical de Nuevo Espacio Organizado –NEO- precisó que “reconstruiremos la verticalidad y la cadena de mandos de la policía”, aunque afirmó que las fuerzas santafesinas son una de las más equipadas y mejor pagas del país, tema que vienen cuestionando desde adentro de la misma fuerza.

Por su parte, Lifschitz destacó la necesidad de trabajar coordinadamente con el gobierno nacional, cuyo color político se definirá el próximo 22 de noviembre y dada la incertidumbre que marcan las encuestas, prefirió evadir cualquier insinuación sobre los candidatos.

Lifschitz estampó su sello a la nueva gestión

De los nombres en curso para la conformación del gabinete, Miguel Lifschitz prescindió de nombres fuertes en proyección política.

Tanto Hermes Binner como Antonio Bonfatti habían contado en sus respectivos gobiernos con dirigentes de peso. De hecho, el mismo Bonfatti fue Secretario de Gobierno de Binner mientras que Rubén Galassi lo es de Bonfatti hasta el 10 de diciembre.

En cambio, el ingeniero rosarino optó para ese lugar por un dirigente de segundas líneas como Pablo Farías quien ocupó el cargo de Coordinador de Seguridad en Competencias Deportivas, una oficina creada dentro del Ministerio de Seguridad en el 2013 para el control y la organización de eventos multitudinarios.

“Es un gabinete que tiene sus particularidades”, analizó un dirigente del radicalismo que pidió preservar su identidad. “No veo personalidades fuertes, de presencia política importante y eso puede marcar una idea de gestión del propio Lifschitz. El hombre fuerte es él”, agregó.

A su vez, la misma fuente recordó que fue la estrategia que tomó Lifschitz cuando se hizo cargo de la Municipalidad de Rosario: “Su gabinete estaba compuesto por jóvenes que no tenían antecedentes de peso hasta ese momento. Ahora, hay que ver, porque gobernar una provincia como Santa Fe no es lo mismo que una ciudad”.

Otra diferencia con las gestiones socialistas que lo anteceden, es que Lifschitz reservó para la UCR la mitad de los cargos ministeriales en detrimento de nombres de su propio partido. “Tiene que ver con las internas dentro del PS y de la disputa por quién dirigirá el partido”, reconoció un socialista a este medio.

Sin embargo, y a pesar del reconocimiento a la UCR, algunas voces se alzaron críticas a las formas en que Lifschitz negoció los nombramientos. “Habló personalmente con cada dirigente en vez de hacerlo por vías más orgánicas”, afirmaron a LPO.

“Bonfatti respetó más las decisiones orgánicas, cosa que le reclamamos durante su primer período a Mónica Fein, en cambio ahora todos los ofrecimientos fueron personales y tenemos miedo que en ese sentido haya un retroceso en el Frente Progresista”, se quejó un radical.

Por su parte, Julián Galdeano, del Movimiento de Acción Radical –MAR-, discrepó con las críticas y sostuvo que todos los sectores de la Unión Cívica Radical “están representados en el gabinete”. “No tengo ninguna objeción con ningún sector ni tampoco con ningún nombre”, afirmó Galdeano a LPO.

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